Carlos Paes en Stock.xchng

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Conversar amistosamente con otras personas incrementa la capacidad de resolver problemas y beneficia el funcionamiento del cerebro, en cambio, no se logra el mismo efecto si se dialoga en tono competitivo. Al menos, así lo determinó un estudio de la Universidad de Michigan en Estados Unidos, publicado por la revista Social Psychological and Personality Science y recogido por Muy Interesante.

Los expertos a cargo de esta investigación, observaron cómo afectan episodios breves de contacto social en un componente fundamental de nuestra actividad cerebral: la función ejecutiva.

Ésta última, incluye los procesos de planificar, anticipar y desarrollar estrategias, juicios y razonamientos, por lo tanto agrupa la memoria de trabajo, el autocontrol, la capacidad para prestar atención y eliminar distracciones, además de la resolución de dificultades.

De acuerdo a la investigación, una conversación amigable de 10 minutos, estimula positivamente todos los procesos mencionados. En cambio, cuando el diálogo es en tono más competitivo, el trabajo cognitivo no mejora.

“Creemos que esto ocurre porque en ciertas interacciones sociales las personas tratan de leer los pensamientos de las otras y comprender sus perspectivas sobre los problemas o las situaciones”, explicó el psicólogo Oscar Ybarra, director del estudio y agregó que su sondeo revela que hay una potente “conexión entre la inteligencia social y la inteligencia general”.

Recordemos que en informes previos, Ybarra detectó que la interacción social estimula a corto plazo la función ejecutiva, siendo comparable al efecto que producen algunos juegos mentales como los crucigramas.

Este estudio sugiere además que mantener una conversación amistosa antes de rendir una prueba o examen puede ayudar a obtener mejores resultados.