Vecinos del sector nororiente de Los Angeles manifestaron su preocupación por un fuerte hedor, fuera de lo común, que emana del río Quilque.

Mariana, una de las afectadas, explicó que en las Trancas con Los Robles, a 16 kilómetros de la ciudad, el estero presenta un olor putrefacto y color diferente al habitual.

Tanto es así, que ni siquiera los animales que antes bebían del manantial se acercan al agua, aseguró.

Mariana hizo ver que por cuarto fin de semana consecutivo se registra este episodio de contaminación por lo cual dieron cuenta del hecho en la oficina de información reclamos y sugerencias de la autoridad sanitaria de Bío-Bío.

Y añadió que pese a esta denuncia, no se han percatado de la presencia de fiscalizadores del ente en el lugar.

Por ello, abogaron para que la autoridad sanitaria se acerque al estero para verificar el origen de la situación, y que esta no cause problemas de salud a las personas y animales que residen en el sector.