La operación de rescate de los 33 mineros atrapados en un yacimiento chileno entró en su última fase con el inicio del revestimiento del hoyo por el que saldrán a la superficie, posiblemente el miércoles, en medio de la ansiedad de los familiares ante el próximo reencuentro.

Imagen: Consuelo Solar

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Tras un sábado histórico en que una perforadora alcanzó al taller donde estaban los mineros, más de 600 metros bajo tierra, las autoridades confirmaron este domingo el inicio del revestimiento del hoyo, paso previo a la salida de los trabajadores confinados.

“Esperamos terminar esta operación (revestimiento) a eso de las 9 de la mañana de mañana” lunes, dijo el jefe del equipo de rescate, Andrés Sougarret.

El revestimiento consiste en proteger con tubos metálicos parte del conducto de 622 metros de largo y 66 cm de diámetro por el cual saldrán los mineros en una cápsula especialmente diseñada.

El sábado se decidió que se revestirían solamente los primeros 96 metros del hoyo con 16 tubos de 6 metros cada uno, que deben ser soldados.

Finalizando el revestimiento, se instalará la grúa para el desplazamiento de la cápsula que subirá uno a uno a los mineros, y luego deberán hacerse las pruebas necesarias con la cápsula en vacío.

El trayecto en la cápsula hacia la superficie más el tiempo para que baje por otro minero tardará alrededor de una hora, por lo que se estima que será necesario un día y medio para completar la operación.

Primero subirán a la superficie los más hábiles, unos seis mineros cuya información será valiosa para las autoridades. Luego, los más débiles y por último los más fuertes, que puedan soportar los últimos minutos de espera, describió el asesor del ministerio del Interior, Cristián Barra a la AFP.

El ministro de Salud, Jaime Mañalich, dijo que los mineros estaban de excelente estado de ánimo y que por su compañerismo se ofrecían para que los demás fueran rescatados primero.

“Ellos mantienen un ánimo completamente admirable, de solidaridad y compañerismo”, añadió.

Las familias sin embargo señalan que la subida por el tubo les genera cierto nerviosismo a algunos.

En el caso del minero Darío Segovia, “está muy contento, pero muy, muy nervioso”, contó a la AFP su hermano Alberto, tras hablar con él pocas horas después de que que la perforadora llegó adonde los mineros.

“No quiere ser el primero porque tiene miedo. Nadie quiere ser el primero. Imagínate subir 700 metros”, explica su hermano.

Clarina Segovia, hermana del minero Víctor Segovia Rojas señaló que su hermano está “muy nervioso”.

“Está muy feliz pero tiene miedo de la cápsula, se puso muy nervioso”, dice a la AFP. Pero agrega enseguida: “De todas maneras él sabe que es la única opción que tiene, así que si quiere salir, tendrá que salir así”.

El ministro de Minería, Laurence Golborne, reiteró que los cálculos están para iniciar el rescate “en torno al día miércoles”, advirtiendo que los plazos se pueden extender o acelerar levemente dependiendo de “algunos imponderables”.

“El rescate se va a realizar lo antes posible dentro de este período, nos da lo mismo si es de día o de noche”, señaló.

El domingo el campamento amaneció en medio de la camanchaca, la niebla tan característica del desierto, y donde los familiares, que celebraron hasta altas horas de la noche del sábado, con constantes bocinazos, abrazos y saltos, decidieron dormir hasta tarde.

Los familiares están más que satisfechos con todo el operativo.

“Teníamos esa expectativa, ahora confirmaron el miércoles. Que hagan todo lo que tienen que hacer y tomen todas las medidas de seguridad, porque no queremos que se queme el pan en la puerta del horno. Estamos muy conformes con lo que están haciendo”, dijo Alberto Segovia, hermano del minero Darío Segovia.