Policías sublevados y simpatizantes del gobierno ecuatoriano se enfrentaron este jueves en los alrededores de un hospital de Quito donde permanece refugiado el presidente Rafael Correa, quien denunció que afronta un intento de golpe de Estado, según constató la AFP
Los seguidores fueron cercados por casi un centenar de policías motorizados antes de llegar al centro médico de la Policía, en el norte de Quito, donde el mandatario se resguardó tras ser agredido por uniformados en medio de la sublevación por una ley que recortará beneficios económicos de los agentes.
Portando banderas del movimiento oficialista Alianza País, los militantes de Correa fueron dispersados con gases lacrimógenos.
“Nos lanzaron bombas, piedras y la Policía echó ladrillos y escombros en la calle para que no pasemos”, dijo a la AFP Fabián Manzanillas, de 34 años.
“Nos agredieron, nos lanzaron gases, nos patearon (…) se portaron muy agresivos”, expresó a su vez Pablo Suárez, que utilizaba una de las banderas de Alianza País como una capa en su espalda.
Un hombre de unos 40 años que pidió la reserva de su nombre también denunció haber sido agredido por los agentes sublevados.
“Estamos indignados, queremos salvaguardar a nuestro presidente; se supone que la Policía debe velar por la seguridad ciudadana y no atacarnos de esa manera”, afirmó el hombre, indicando que los uniformados hicieron “disparos al aire” y golpearon a los simpatizantes con sus bastones de mando.
Seguidores de Correa también fueron atacados con gas lacrimógeno cuando arribaban al centro médico, donde Correa se refugió después de tratar de apaciguar la rebelión en un regimiento tomado por los policías.
Los efectivos también tienen tomada la Asamblea Legislativa, mientras que unos 150 miembros de la Fuerza Aérea Ecuatorianaocuparon temporalmente las pistas del aeropuerto internacional de Quito.