Portugal debe enderezar “rápidamente” sus cuentas públicas, si hiciera falta con nuevas subidas de impuestos, para restaurar la confianza de los inversores, estimó este lunes la Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE) en un informe publicado en Lisboa.

“El desafío inmediato es restaurar la confianza de los inversores enderezando rápidamente las finanzas públicas”, escribió la OCDE.

Este aviso llega en momentos en que las tasas de interés de los préstamos estatales portugueses alcanzaron la semana pasada niveles récord, suscitando inquietud sobre la capacidad de financiación de Portugal, cuya deuda puede alcanzar este año 86% del Producto Interior Bruto (PIB), o sea más de 142.000 millones de euros.

“El alza de las tasas de la deuda soberana, si continúa, puede poner en entredicho la recuperación económica”, advirtió la OCDE, que considera que, “si se reactivan las tensiones sobre los mercados, habrá que prever medidas de rigor presupuestario suplementarias”.

Para la OCDE, “el gobierno debe estar dispuesto a aumentar más los impuestos, concentrándose en aquellos que perjudiquen menos el crecimiento, como las tasas sobre el consumo (IVA) y la propiedad”. La organización sugiere también prolongar hasta 2013 la congelación salarial de los funcionarios decidida en 2010.

La OCDE publica su informe en un contexto marcado por los problemas del gobierno socialista portugués (minoritario) para aprobar sus presupuestos de 2011 debido al desacuerdo de la oposición de centroderecha a una nueva subida de impuestos.

Esta incertidumbre acentuó la semana pasada las tensiones sobre los mercados de las obligaciones.

Ante un déficit récord de 9,3% del PIB el año pasado, el gobierno portugués se ha comprometido a reducirlo hasta 7,3% este año y hasta 4,6% en 2011 gracias a un programa austero basado en un fuerte recorte del gasto y en un aumento generalizado de los impuestos en 2010.

“Es esencial seguir aplicando rápidamente las medidas de austeridad anunciadas”, señala la OCDE, para la que “también es importante conservar un sólido consenso político en torno a un saneamiento presupuestario”.