Un equipo de científicos de la Universidad de Emory demostró que la desactivación de un gen permite que los ratones se vuelvan más “inteligentes”, al mejorar su capacidad para recordar objetos que ya habían explorado y moverse en laberintos más rápidamente que aquellos ratones con el gen activado. Lo curioso de este descubrimiento es que el gen también estaría presente en los humanos. ¡Una oportunidad para mejorar nuestras capacidades intelectuales no le hace mal a nadie! Los detalles se han publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences y los reúne Muy Interesante.
El gen se denomina RGS14, aunque fue apodado como “gen Homero Simpson” en referencia al famoso personaje de dibujos animados, y está demás explicar los motivos por los que recibe el nombre del simpático y bobalicón norteamericano.
El indeseable gen se encuentra más activo en la región CA2 del hipocampo, la zona del cerebro encargada de consolidar el aprendizaje y la memoria. John Hepler y sus colegas comprobaron en sus experimentos que, con el gen deshabilitado, en la región CA2 se producían conexiones neuronales más fuertes ante estímulos eléctricos. Esto se tradujo en un aumento de la capacidad de los ratones para reconocer diversos objetos, además de en una visible mejora de la habilidad para navegar dentro de los laberintos.
Pero, ¿existe en los humanos el gen RGS14? La respuesta es ¡sí! Este gen fue identificado en nuestro genoma hace más de diez años, pero aún no sabemos si su alteración provocará en nosotros un efecto similar al que produce en las ratas.
Hepler y sus colegas encontraron que la proteína que se produce mediante el RGS14 puede regular varias moléculas que participan del procesamiento de diferentes tipos de señales en el cerebro, señales que sabemos “son importantes para el aprendizaje y la memoria.”
Para determinar con mayor precisión cuál es la función exacta del RGS14, una estudiante llamada Sarah Emerson Lee, que trabaja con Hepler, y Serena Dudek, del Instituto Nacional de Ciencias de Salud Ambiental, sometieron a los ratones alterados genéticamente a una serie de pruebas. Los investigadores se sorprendieron al encontrar que los espécimenes con el gen RGS14 desactivado eran mucho más eficientes a la hora de reconocer objetos dejados previamente en sus jaulas o al recorrer una serie de laberintos con agua y plataformas de escape ocultas.
Muchos se preguntarán por qué diablos la madre naturaleza nos castigó a nosotros y a las ratas con un gen que nos hace menos astutos y esa es precisamente la interrogante que se plantea la investigación de Hepler ¡¿Por qué?!
Como sea, los experimentos efectuados hasta el momento demuestran que los cambios en el gen RGS14 no parecen dañar a los ratones. Sin embargo, es posible que además de hacerlos mas inteligentes hayan provocado otros cambios sutiles que los investigadores aún no han sido capaces de detectar. Como explica Hepler, “puede que estos ratones no sean capaces de olvidar las cosas tan fácilmente como las ratas normales, o tal vez se haya alterado su capacidad de reaccionar ante las crisis”.
Queda mucho camino por recorrer antes de plantearnos cambios de este tipo en humanos. Pero la idea es atractiva e inquietante. Imagínense si fuera posible ¿qué ocurriría con la raza humana si todos nos volvemos más inteligentes?
Se trata de una pregunta que también muchos se han hecho. Entre ellos, el escritor de ciencia ficción Poul Anderson en su novela “La Onda Cerebral”, y la respuesta no es precisamente alentadora. Si bien una buena parte de la humanidad utilizaría su enorme inteligencia para abordar temas como las desigualdades o el cambio climático, lo cierto es que inevitablemente los asesinos, ladrones, estafadores y criminales de todo tipo también serían más inteligentes y peligrosos.
Tampoco puede obviarse el enorme costo que podría tener una “terapia de cambio genético” como ésta, aumentando la desigualdad social, pues los ricos podrían acceder además a una mayor inteligencia que los que no tienen recursos. ¡Una tremenda injusticia! Y un enorme peligro para quienes tengan que permanecer en su estado normal. Ya no parece tan buena idea ¿cierto?
Afortunada o desafortunadamente tal vez, habrá que seguir esperando. Pero en cuánto se encuentre el milagroso compuesto que desactive el gen bobalicón que nos hace parecernos un poco a Homero, muchos serán los que quieran mejorar sus capacidades, o quién sabe, recomendarle esta intervención a algún amigo.