Unir vía terrestre a las zonas cordilleranas de Alto Biobío y Lonquimay, en las regiones del Bío-Bío y la Araucanía, respectivamente, es el propósito de un proyecto del Ministerio de Obras Públicas.

En la actualidad, sólo existe una huella que une a ambos territorios, a través del sector de Troyo, la cual sólo permite el tránsito a caballo o a pie.

La presentación del estudio elaborado por parte del MOP se realizó en la municipalidad de Lonquimay, en lo cual también estuvo una comitiva de autoridades de Alto Biobío.

El alcalde de esa comuna, Félix Vita, hizo ver que la idea de esa carretera es impulsar el turismo pero también permitirá que Alto Biobío tenga más opciones de comunicación terrestre.

La autoridad explicó que el estudio del MOP contiene los antecedentes respecto de las alternativas camineras, los costos y las posibles expropiaciones.

El proyecto de unir vía terrestre a la zona de Alto Biobío con Lonquimay se viene planteando hace un par de décadas, como parte del denominado corredor bioceánico, que apunta a unir la Región del Biobío con Argentina, a través del paso Pino Hachado.

La idea es que las obras se inicien en la primavera del próximo año, para lo cual deberá acotarse el trazado y las zonas a expropiar.