Al menos 26 insurgentes islamistas murieron en menos de 24 horas víctimas de tres ataques de aviones sin piloto estadounidenses en una zona tribal del noroeste de Pakistán, donde la CIA ataca regularmente a los talibanes y a Al Qaida, indicaron responsables paquistaníes.
En los últimos 12 días, los aviones sin piloto Predator o Reaper de las fuerzas estadounidenses lanzaron 12 ataques con misiles en el distrito tribal de Waziristán del Norte, uno de los bastiones de los talibanes paquistaníes, aliados de la organización de Bin Laden y de los talibanes afganos.
El último de los ataques se produjo en la noche del martes al miércoles, cuando varios aviones sin piloto dispararon siete misiles contra dos viviendas de Mandi Dargah, cerca de Miranshah, la ciudad principal del distrito de Waziristán del Norte, dando muerte a 11 insurgentes.
Previamente, en la tarde del martes, a la salida de Miranshah, dos misiles mataron a cuatro insurgentes que circulaban en un vehículo.
En la mañana del martes, 11 insurgentes habían muerto en una casa de la aldea de Bushnarai destruida por cuatro misiles disparados por los aviones sin piloto.
Entre los muertos había cuatro “extranjeros”, término utilizado por el ejército paquistaní para designar a los combatientes árabes o de Asia Central, indicó una fuente militar que requirió el anonimato.
Desde hace dos años, los aviones sin piloto norteamericanos han disparado más de 120 salvas de misiles en el noroeste de Pakistán, matando a más de un millar de personas: oficiales y hombres de los talibanes paquistaníes, afganos y de Al Qaida, pero también a muchos civiles, según el ejército paquistaní.
Desde el 3 de septiembre, 11 salvas de misiles han matado al menos a 68 personas en Waziristán del Norte, en su mayoría insurgentes, según los funcionarios, pero también civiles, según otras fuentes.
Los talibanes paquistaniés, que han jurado fidelidad a Al Qaida, son los principales responsables de una ola de más de 400 atentados -suicidas en la mayor parte de casos- que han costado la vida a más de 3.700 personas en tres años.