Un grupo de mapuche evangélicos entregó este miércoles una carta en La Moneda, dirigida al presidente Sebastián Piñera, con el fin de que se establezca una mesa de diálogo “sin condiciones” para terminar con la huelga de hambre que protagoniza una treintena de comuneros, solicitando además que se incluya a todos los sectores en dicha instancia de entendimiento.
En la misiva, solicitaron al Mandatario “acceder a la pronta conformación de una mesa de diálogo, sin condiciones previas, donde se considere la inclusión de la representatividad evangélica y no discriminar a un importante sector, ya que en nuestro pueblo existe más de un 35% de hermanos evangélicos”.
El representante de este grupo, Walter Nancucheo, quien fue recibido por el capellán del palacio de Gobierno Alfred Cooper, comentó que sus hermanos están en su derecho de realizar esta huelga porque es “su último y legítimo recurso para ser escuchados” y que no se puede influir para que depongan su movilización.
Sin embargo, agregó que la intensión de su carta es pedir que exista “un representante válido de la iglesia evangélica” en las instancias de diálogo, que serán lideradas por el arzobispo de Concepción, Ricardo Ezzati, que ayer martes asumió como “facilitador” en las instancias de entendimiento.
Sobre el rol del representante de la Iglesia Católica, Ñancucheo reconoció que “en este conflicto tiene que estar presente todas las partes”, pero no con el fin de solucionar un problema pequeño “sino también un problema tan grande como es el conflicto del pueblo mapuche, creemos de que así como su excelencia llamó a todas las iglesias a poder conversar con los huelguistas para que depongan la huelga de la misma forma tiene que hacerlo para poder conformar una mesa de diálogo, no puede excluir a un segmento tan importante en la sociedad como es la iglesia evangélica”.