La Corte Suprema de Argentina ordenó el miércoles investigar si el gobierno de la sureña provincia de Santa Cruz, bastión del matrimonio Kirchner, incurrió en delito al incumplir en 2009 una orden del alto tribunal, mientras el Ejecutivo federal salió en su defensa.
El alto tribunal pidió que se investigara la presunta comisión de un delito por parte del gobernador de Santa Cruz, el kirchnerista Daniel Peralta, por incumplir un fallo del alto tribunal de octubre pasado que le ordenó reponer en su cargo al ex procurador general provincial, Eduardo Sosa.
Sosa había sido destituido en 1995 por una ley que impulsó el ex presidente Néstor Kirchner (2003/2007) cuando gobernaba la provincia patagónica, donde él y su esposa, la mandataria Cristina Kirchner, forjaron su carrera política.
La presentación de la Corte llegó este miércoles a la Cámara Federal de Comodoro Rivadavia (sur), que la remitirá a un juzgado de primera instancia de Río Gallegos, la capital provincial, informó el Centro de Información Judicial (CIJ).
Peralta fue respaldado por el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, quien dijo que el fallo es “de imposible cumplimiento” y sostuvo que la remoción del procurador “es un tema de derecho público provincial que nunca debió haber llegado a la Corte Suprema” de la Nación.
De su lado, Peralta aseguró que “es claramente es un intento de desestabilización política y de demostrar un conflicto hacia la provincia de Cristina y Néstor Kirchner”.
“Hay un intento político claro de la oposición en la provincia y a nivel nacional de tomar por asalto el gobierno provincial”, dijo Peralta quien denunció “una connivencia absoluta entre los miembros de la Corte y la oposición”.
La Corte resolvió además poner su pronunciamiento “en conocimiento del Congreso a los fines de que adopte las medidas que considere pertinentes respecto de la situación informada”.
Legisladores opositores se pronunciaron este miércoles en favor de impulsar una intevención provincial.
Tras más de casi dos décadas de gobierno provincial, el kirchnerismo sufrió un revés en las pasadas elecciones parlamentarias con una inédita derrota por poco margen por parte de un frente opositor de radicales socialdemócratas y liberales.