Leer los movimientos que ordena el cerebro al cuerpo es una tarea que los científicos hace bastante tiempo resolvieron a través de avanzados dispositivos. Sin embargo, leer cada palabra de un pensamiento sí que era algo complejo que quedaba por concretar y que después de varios intentos, por fin la Universidad de Utah pudo dar a conocer que lo logró con éxito.
Un equipo de investigadores de esa casa de estudios estadounidense, pudo descifrar 10 palabras desde el cerebro de un paciente epiléptico.
Según informó ABC, este gran paso que dieron los expertos de Utah, demostró que es posible traducir ondas cerebrales en palabras.
Para lograrlo, se distribuyó electrodos en 2 rejillas del tamaño de un botón en los centros del habla del cerebro de una persona. Luego se conecto este sistema a un computador que grababa las señales cerebrales, mientras el paciente decía mentalmente “sí”, “no”, “calor”, “frío”, “hambriento”, “sediento”, “hola”, “adiós”, “más” y “menos”.
Enseguida pidieron al voluntario que dijera las mismas palabras en voz alta, comprobando que en casi el 90% de los casos las señales coincidían.
“No cabíamos en nosotros mismos de la emoción cuando vimos que funcionaba”, manifestó Bradley Greger, director de la investigación publicada en la revista Journal of Neuroscience. Asimismo, expresó su intención de que “en 2 o 3 años esté disponible para su uso en pacientes paralizados”.
De hecho, dijo que esta investigación sugiere la posibilidad de crear una máquina de traducción y de repetición de palabras.
“Hemos probado que estas señales nos dicen lo que la persona está pensando, pero necesitamos ser capaces de traducir más palabras con más precisión hasta que se convierta en algo que un paciente pueda considerar útil” agregó Greger.
Los pacientes que podrían verse beneficiados con esto, son aquellos que padecen parálisis temporal o avanzada, pues sería un avance para su autonomía, indica el experto.
“Incluso si sólo logramos llegar a traducir 30 ó 40 palabras, eso podría darles mucha mejor calidad de vida”, aseguró.