El gineco-obstetra del Departamento de Ginecología y Obstetricia de la Universidad Católica, doctor Juan Pedro Kusanovic, alertó a las embarazadas cuidarse y no abusar de empanadas con mucho pino, anticuchos, pebres y frituras porque les pueden provocar más de alguna molestia.
Esto, debido a los cambios hormonales del embarazo, los cuales favorecen la aparición de problemas digestivos como náuseas, reflujo, acidez y distención abdominal.
El médico dijo, además, que se debe tener en cuenta que, a medida que avanza la gestación, el útero va ejerciendo cierta presión sobre los órganos internos de la madre, pudiendo ocasionarle más de alguna molestia, sobre todo después de consumir gran cantidad de alimentos, como suele suceder en estas fechas de celebración.
“Efectivamente, en esta época es muy frecuente comer en exceso, tanto en el día como en la noche, lo que puede complicar especialmente a las embarazadas, que tienen un vaciamiento gástrico más lento y también una digestión más lenta”, expresó el especialista.
Pese a ello –precisó- también hay que tener en cuenta factores individuales, dado que mientras algunas embarazadas toleran muy bien todo tipo de comidas, otras son mucho más sensibles.
“En general, deben tener cuidado con los alimentos que puedan producir mayor distensión abdominal como la cebolla, el ajo, los porotos y también con las comidas y productos muy condimentados”, sostuvo Kusanovic.
Igualmente, hay que tener precaución con las comidas crudas; carnes, mariscos y con las verduras que crecen a ras de suelo.
“Las hortalizas deben ser muy bien lavadas y quienes van a comer afuera durante estos días, es preferible que lo hagan en lugares que estén certificados, que se vean limpios y donde las personas que reciben el dinero no sean las mismas que manipulan los alimentos”, advirtió el médico.