Una alemana declaró este jueves ante un tribunal que la embajada de su país la desprotegió cuando fue arrestada clandestinamente por la dictadura argentina (1976-83) en los centros de tortura de la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA).
“No sólo la embajada no había hecho nada positivo, sino que me parecía cómplice de lo que (el dictador de turno, Roberto) Viola le respondió al embajador por los más de cien alemanes desaparecidos”, dijo Adriana Marcus en el marco de la megacausa ESMA bajo la cual han sido acusados 19 marinos retirados.
Unos 5.000 prisioneros políticos, entre ellos dos monjas francesas y otros extranjeros, pasaron por las mazmorras de la ESMA y sólo sobrevivieron un centenar, sobre unos 30.000 desaparecidos en el país, según organismos humanitarios.
“Actualmente la embajada es totalmente distinta. Es más, hay miembros de la embajada que están en la audiencia acompañando a mi familia. Yo pienso que en aquel momento la embajada pudo haberle dado el aval a la dictadura”, dio su testimonio Marcus, una de las sobrevivientes.
La Justicia alemana ha recibido pruebas e investigado la existencia de un centenar de compatriotas desaparecidos en Argentina en distintos centros clandestinos de detención.
La mujer, una médica rural que adoptó también la ciudadanía argentina (tiene doble nacionalidad), cumplió luego un régimen de libertad vigilada “con realización de trabajo esclavo” para los militares, según su testimonio.
Marcus fue detenida en Buenos Aires el 26 de agosto de 1978 y mantuvo contacto con los militares hasta 1982, cuando se casó y se radicó en la provincia de Neuquén (sur).