El alcalde de Ránquil, Carlos Garrido, reconoció que no se siguió un procedimiento adecuado en la eliminación de casi 400 kilos de alimentos para damnificados contaminados con fecas de ratones.

La semana pasada, el Concejo Municipal solicitó iniciar un sumario luego que se desecharan bolsas de fideos, arroz y leche que estaban en la bodega de acopio y donde se detectó presencia de roedores.

El concejal Rodrigo Aguayo dio cuenta de lo ocurrido y dijo que luego que estos alimentos fueron enterrados cerca del estadio de Ñipas, donde -pasando por alto medidas sanitarias- habitantes de la comuna fueron al lugar para llevarse los víveres.

El alcalde aclaró que cuando esto ocurrió él se encontraba en Santiago, y que aparentemente no se tomaron providencias de resguardo sanitario. Señaló en todo caso que no son grandes cantidades de alimento las que han acopiado.

Garrido además comentó que posiblemente se pudo haber hecho una revisión más exhaustiva para determinar si había alimentos en buen estado que no hubiese sido necesario eliminar, y que esto habría evitado que las personas recogieran lo que según ellos aún servía.

Los alimentos y pañales fueron botados de acuerdo a indicaciones de personal de salud local, pero no en un relleno autorizado sanitariamente, lo que el municipio espera remediar en estos días.

En Ránquil, los concejales pidieron al alcaldes que los víveres que aún quedan sean distribuidos lo antes posible.