Universidad de Chile se despidió de la versión 2010 de la Copa Libertadores de América al caer por 2-0 ante Chivas de Guadalajara, en el partido que marcó la reapertura del Estadio Nacional.

En el inicio del encuentro, la escuadra universitaria se vio ampliamente superada por los visitantes, que aprovecharon las licencias que entregó Matías Rodriguez en la banda derecha de la defensiva azul. Llegaron Alfonso Bautista, Omar Bravo y Marco Fabián, quien ingresó por Omar Arellano y desequilibró la retaguardia del local. Sendas llegadas sobre la portería de Miguel Pinto, quien mantuvo el cero en su cabaña hasta el minuto 22, cuando Báez remató desde fuera del área, pasando el balón bajo el cuerpo del golero nacional.

El gol despertó a los dirigidos por Gerardo Pelusso, quienes tuvieron más amor propio que ideas futbolísticas en el terreno de juego fueron a buscar el partido, pero la falta de ideas en Walter Montillo y Edson Puch, quienes debían generar juego para Juan Manuel Olivera, dejó sin mayores chances de marcar al dueño de casa, que tuvo en los pies de José Contreras la opción más peligrosa, rematando al travesaño en el último tercio del lapso inicial.

La segunda etapa transcurrió igual que la primera: dominio de Chivas al inicio, gol mexicano, que marca Magallón (54′), en una jugada similar a la del tanto de Medina para los aztecas en la ida (cabezazo a metros de la portería, tapada de Pinto y remate potentìsimo del jugador mexicano para anotar) y desesperación azul, que intentó paliar con el ingreso de Eduardo Vargas, Ángel Rojas y Diego Rivarola, pero que no pudieron cambiar la magra presentación universitaria en el desarrollo del encuentro.

Así las cosas, el resto del encuentro fue una sucesión de pases sobre el centro de la cancha y las opciones de contragolpe para Chivas (mayormente en el lapso en el que Mauricio Victorino se ubicó en el área mexicana) y el tiro recto a los pies de Michel que remató Eduardo Vargas.

Universidad de Chile se quedó a las puertas de su primera final continental jugando un bajísimo partido, lo que aprovechó la visita para hacer su juego y esperar al vencedor de la llave entre Inter de Porto Alegre y Sao Paulo, que se resuelve mañana.