La “formidable” competitividad de Asia en los mercados tiene que “provocar una reflexión en América Latina” para poder aumentar la suya en el marco del nuevo mapa del crecimiento, estimó el miércoles el secretario general de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), el mexicano Angel Gurría.

OECD

“América Latina es parte de este proceso, de las áreas más dinámicas de la economía mundial” pero tiene que “aumentar la productividad” para enfrentar “la formidable competencia de Asia”, indicó Gurría interrogado sobre el papel de la región en ese fenómeno de trasvase de la riqueza de las economías desarrolladas a los países en desarrollo y emergentes.

En el año 2030, casi el 60% del Producto Interior Bruto (PIB) del mundo se concentrará en los países en desarrollo, como resultado de una “transformación estructural” según un estudio titulado “Perspectivas sobre el desarrollo mundial 2010: riqueza cambiante” presentado el miércoles en París por la OCDE.

América Latina está bien posicionada y salió airosa de la crisis de 2008 gracias a una “acumulación de reservas (que) representan un porcentaje cada vez más alto del comercio internacional y además tiene el mayor número de acuerdos de libre comercio”, recordó Gurría.

“Sin embargo la importancia de América Latina en el comercio mundial básicamente se ha mantenido mientras que la de los países asiáticos ha aumentado de manera mucho mas dinámica como destino de inversiones”, puntualizó.

Por esa razón, la “formidable competencia de Asia tiene que provocar una reflexión en América Latina para que aumente su productividad y competitividad y resolver los problemas de tipo estructural que hacen que en este momento los inversionistas decidan ir a otra parte”, estimó Gurría.

En el año 2000, los países que no integran la OCDE -el club de los países más ricos del planeta formado ahora por 34 países, entre éstos España, México y Chile- representaban el 40% de la producción mundial. En el 2030 concentrarán el 57%, según ese documento.