Los líderes de la UE buscarán en una cumbre el jueves en Bruselas elaborar un plan creíble sobre disciplina presupuestaria y coordinación económica, un paso indispensable para tratar de atajar la crisis de confianza en la Eurozona por la subida incontrolable de su deuda soberana.

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UE / Imagen: Ofernandezberrios en Flickr.

La presión sobre Europa para que actúe sin demora se elevó el lunes durante una teleconferencia de los ministros de Finanzas del G7 que reúne a los siete países más industrializados (Alemania, Canadá, Estados Unidos, Gran Bretaña, Italia, Francia y Japón)

“Es imperativo” que determinadas economías europeas “vulnerables pasen a la acción rápidamente” para reducir sus déficits públicos, señaló el ministro canadiense de Finanzas, Jim Flaherty, sin nombrarlas, mientras que España centra todas las miradas de los mercados internacionales.

La UE ya aprobó la creación de un fondo de 750.000 millones de euros para rescatar a cualquier país de la Eurozona en riesgo de quiebra, y ahora está llamada a emprender reformas de fondo para superar una crisis que ha hundido los mercados y devaluado el euro hasta sus niveles más bajos en cuatro años.

Los líderes europeos estudiarán en su cumbre la creación de un “gobierno económico de los 27″, según el término empleado el lunes por la canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente francés, Nicolas Sarkozy, en una reunión bilateral en Berlín.

El eje franco-alemán, tradicional motor político de la UE, coincidió en “la necesidad de un gobierno económico fuerte, más fuerte que el que tenemos en estos momentos y compuesto por los 27 jefes de Estado y de gobierno”, declaró Merkel.

Pero no se trata de crear una institución suplementaria en el seno de la Unión Europea (UE) – una idea que defendía Francia pero descartada por Alemania-, sino de reforzar la coordinación de las políticas económicas y de prever “sanciones” para los Estados que no cumplan con sus deberes presupuestarios.

Berlín propone en particular retirar el derecho a voto en el seno de la UE a los países con déficits que superen el límite establecido por Bruselas de un 3% del Producto Interior Bruto (PIB).

Los líderes de la UE se verán impulsados a buscar un consenso sobre estas nuevas medidas, en momentos en que España es blanco de rumores, desmentidos reiteradamente por Madrid y Bruselas, de que se está preparando un rescate para el país.

El gobierno español presentó un plan de austeridad que pretende rebajar su déficit público del 11,2% al 6% en 2011 y 3% en 2013, con unas medidas que este martes serán evaluadas por la Comisión Europea.

No obstante, la semana pasada, Bruselas ya advirtió que España debería hacer “mayores esfuerzos” para salir de la crisis presupuestaria, y el viernes la prensa alemana informó por su parte que la Comisión elaboraba un plan para que España accediera al fondo multimillonario creado para la Eurozona.

Desde entonces, los rumores han proliferado, sobre todo desde Alemania.

El rescate no “es siquiera una hipótesis”, dijo el lunes el jefe de los ministros de Finanzas de la Eurozona, Jean-Claude Juncker.

El secretario de Estado español de Hacienda, Carlos Ocaña, insistió también en que su gobierno “no está negociando con ninguna institución europea una financiación adicional”.

Pero Merkel pareció el lunes echar más leña al fuego: “España y cualquier otro país sabe que puede utilizar el mecanismo si es necesario”, dijo en relación al fondo de la zona euro.

Un reciente informe publicado por el Banco Internacional de Pagos indica que los bancos de la Eurozona, principalmente los alemanes y franceses, tienen una exposición a la deuda española de 727.000 millones de dólares (600.000 millones de euros).

Para el G7, la situación de la deuda soberana en Europa es tanto más preocupante cuanto que “las obligaciones de muchos países” en apuros “están en manos de grandes bancos europeos, por lo que no es una cuestión que pueda dejarse sin solución”, según el ministro canadiense.