El cáñamo industrial está emparentado con el cannabis pero no tiene las cualidades predilectas de los amantes de paraísos artificiales, por ello algunas empresas estadounidenses piden que se legalice esta planta utilizada en el sector textil, la alimentación y la cosmética.
El cultivo del cáñamo está prohibido en Estados Unidos desde hace décadas, pero hoy en día cuenta con fuertes respaldos, incluso entre algunos legisladores que son conscientes de su potencial económico.
Esta planta proporciona semillas ricas en proteínas y en Omega-3. Sus aceites se utilizan en cosmética y en los productos de limpieza; las fibras sirven para hacer cuerdas, ropa, piezas de automóvil y materiales de construcción. También tiene potencial para el sector de hidrocarburos.
Pero el futuro del cáñamo industrial se ve eclipsado en Estados Unidos por la movilización a favor de la legalización del cannabis para uso médico, que se ha impuesto en varios estados y acaba confundiéndose con la propuesta de los empresarios.
Algunos consideran que los defensores del cannabis han perjudicado al cáñamo, que pertenece a la misma familia de vegetales pero no provoca adicción.
“Es un tema puramente agrícola y pensamos que el gobierno priva a los agricultores de mil millones de dólares en cultivos”, afirma Adam Eidinger, portavoz de Vote Hemp, grupo de presión de la industria de cáñamo y propietario de una tienda que vende productos a base de esa planta en Washington.
En el Congreso de Estados Unidos, una veintena de legisladores respaldan un proyecto de ley para levantar la prohibición del cultivo. La medida fue presentada por el representante demócrata Barney Frank, presidente de la comisión de Finanzas, y por el republicano Ron Paul, conocido por sus posiciones atípicas y liberales.
Los productos derivados del cáñamo son importados desde Canadá, Francia y China.
La Asociación de Industriales de Cáñamo considera que la venta de productos alimentarios, vitaminas y cosméticos a base de esta planta representaron entre 113 y 129 millones de dólares en el 2009.
Teniendo en cuenta otras utilizaciones, el sector del cáñamo industrial podría alcanzar los 400 millones de dólares anuales en Estados Unidos, aseguran.
El grupo de presión ya había obtenido de la justicia la legalización de los productos del cáñamo en el 2005 y ahora inicia la batalla para legalizar su cultivo.