El plan del presidente estadounidense Barack Obama para limitar el tamaño de los bancos y enmarcar las actividades de los mercados “puede ayudar a evitar una nueva crisis financiera”, afirmó este martes el secretario general de la OCDE, el mexicano Angel Gurría.

Esas medidas pueden permitir “resolver numerosos riesgos mayores vinculados al actual sistema financiero”, estimó Gurría en un comunicado de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).

El presidente estadounidense anunció la semana pasada su intención de limitar el tamaño de los bancos y prohibir a las entidades de ahorro y de depósito que especulen en los mercados por cuenta propia.

Para el responsable de la OCDE, el club de los países ricos que reúne a 31 Estados, entre éstos México y Chile, el problema principal “no es tanto el tamaño de los bancos sino la naturaleza de lo que hacen”, es decir la “separación” entre las actividades comerciales y la de inversión.

“Los bancos comerciales suministran préstamos y servicios a los hogares y empresas que están en el centro de la actividad económica y de la creación de empleos. Los bancos de inversiones, en cambio, están a menudo involucrados en actividades que recurren más ampliamente a instrumentos complejos, sujetos a una volatilidad de alto riesgo”, subrayó el secretario general de la OCDE.

Gurría recordó que “la crisis de 2008 estalló cuando las pérdidas de esas actividades desembocaron en un contagio y en una pérdida de confianza entre bancos”.

Por lo tanto consideró que la separación de las actividades “podría reducir los riesgos de contagio” y “favorecer un crecimiento duradero”, concentrando la atención de los bancos comerciales en las necesidades esenciales de sus clientes “sin distracciones”.

Gurría advirtió que será necesario estar establecer un calendario para una reforma en ese sentido pues debido a la crisis “están empezando a aumentar las pérdidas de los bancos comerciales debido a los créditos no devueltos”.