El Vaticano justificó el miércoles la decisión del papa Benedicto XVI de abrir la vía de la beatificación a su predecesor Pío XII, cuestionado por su silencio ante el Holocausto nazi, alegando que la santidad valora la fe cristiana y no las “opciones operativas” de un creyente.
La evaluación previa de esta decisión “se refiere esencialmente al testimonio de vida cristiana de la persona (…) y no a la evaluación del alcance histórico de todas sus opciones operativas”, sostuvo el portavoz del Papa, el padre Federico Lombardi, en una nota enviada a la prensa en respuesta a “cierto número de reacciones en el mundo judío”.
Benedicto XVI reconoció el sábado las “virtudes heroicas” de Pío XII y le confirió el estatuto de “venerable”, última etapa antes de la beatificación.
Pío XII fue sumo pontífice de la Iglesia católica de 1939 a 1958.
Su actitud ante el régimen de la Alemania nazi es objeto de una controversia que bloqueó durante décadas su proceso de beatificación, iniciado en 1967. La decisión de Benedicto XVI provocó numerosas reacciones de las comunidades judías en todo el mundo.