El estadio de Newell’s Olds Boys pasó a llamarse desde este martes 22 de diciembre ‘Coloso del Parque Marcelo Bielsa’, en un sentido y emocionante homenaje al actual técnico de la selección de Chile.

Marcelo Bielsa

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Se trató de la confirmación de una elección hecha por los propios hinchas ‘leprosos’, en un recinto que lució repleto con 40 mil personas que entonaron variados cánticos a Bielsa, todo un referente de la institución y que les dio los títulos de los Torneos Integración 1990-1991 y Clausura 1992 y les condujo al subcampeonato de la Copa Libertadores 1992.

“Vení, vení, vení, canta conmigo, que de la mano del ‘Loco’ la vuelta vamos a dar”, coreaban los aficionados locales cuando Bielsa y Gerardo Martino (hoy seleccionador de Paraguay y que pondrá su nombre a una de las tribunas), el principal referente como jugador y que más partido jugó con la camiseta rojinegra, entraron a la cancha y recibieron un estruendoso aplauso.

Luego, vinieron los fuegos artificiales e imágenes imborrables del furioso pasado ‘leproso’ de Bielsa, que fue galardonado con una copa y una miniatura del estadio, emocionando al DT de la ‘Roja’, quien con su timidez acostumbrada declinó hablar al público.

Bielsa, eso sí, habló antes en conferencia de prensa, donde agradeció tanto cariño, reiterando una vez más que “la dimensión del reconocimiento excede la posibilidad de retribución. Hay cosas que no pueden retribuirse, son demasiado importantes para el que la recibe, que no imagina el modo de estar a la altura de lo que se le ofrece”.

El estratega rosarino detalló que “recuerdo a Newell’s por sus éxitos y logros, pero especialmente por su prestigio y porque era referencia cuando se trataba de distinguir lo que estaba bien de lo que estaba mal. Deseo que vuelva a ser una referencia, que marque el camino. Veo a Newell’s sano y me gustaría que su salud se extienda al fútbol mismo y a los ámbitos del país (tan afectado por la corrupción)”.

“La sensación es hermosa, es un sentimiento de gratitud. Es un momento que no voy a olvidar nunca, obviamente (…) No quiero sonar demagógico ni vanidoso, esto es muy difícil de razonar con criterio cuando uno se somete a lo que dice el corazón. y finalmente uno termina aceptando esto”, concluyó.