La ministra de Trabajo, Claudia Serrano y su par argentino, Carlos Tomada, firmaron ayer en Mendoza, un Acuerdo Administrativo para que el próximo 1 de enero del 2010 comience a regir el Convenio de Seguridad Social, que beneficiará a los trabajadores que estén o hayan estado sometidos al sistema previsional de uno o de ambos países.

Este acuerdo, que fue ratificado en octubre pasado con la visita de la presidenta Cristina Fernández, en el marco de la conmemoración del vigésimo quinto aniversario del Tratado de Paz y Amistad celebrado entre ambos Estados, está orientado a proteger a los trabajadores independiente de su nacionalidad, sus cargas o beneficiarios.

Esto cobra gran importancia, dado que en Argentina residen cerca de medio millón de chilenos y en Chile poco más de diez mil trasandinos. Con esta iniciativa los trabajadores puedan beneficiarse de las cotizaciones efectuadas por ellos en ambos países, otorgándole continuidad en su historia previsional.

A este nuevo beneficio social podrán acogerse quienes cumplan con el requisito de estar afiliado a un régimen de previsión en Chile o Argentina. De esta manera, el empleado, dependiente o independiente, continuará sujeto a la legislación de seguridad social del país que proviene o de origen como si estuviera aún trabajando en él.

Entre los puntos más importantes del convenio destacan entre otros, el derecho a sumar los períodos de seguro que se reconocen en cada uno de los Estados para acceder a pensión (totalización de períodos de seguro); el derecho a realizarse los exámenes médicos en el país de residencia para la calificación de la invalidez en el otro Estado; evitar la doble cotización, tratándose de trabajadores desplazados; prestaciones de salud para pensionados serán otorgadas en Chile, en las mismas condiciones que para sus nacionales, y se regirán por la respectiva legislación vigente.