El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, podría cambiar de opinión “absolutamente” y viajar a Copenhague, Dinamarca, para apoyar personalmente la candidatura de Chicago para los Juegos Olímpicos de 2016, dijo este jueves un portavoz de la Casa Blanca.

Inicialmente Obama había dicho que su esfuerzo para hacer aprobar la reforma de salud en su país le impediría viajar a Dinamarca, donde se reunirá el Comité Olímpico Internacional (COI) el 2 de octubre para decidir la sede de la cita estival de 2016.

En su lugar, Obama había designado a su esposa y primera dama Michelle Obama, que debía luchar por las aspiraciones de Chicago ante las otras candidatas: Tokio, Madrid y Rio de Janeiro.

Cuestionado sobre si Obama podría aún viajar a Dinamarca, y a bordo del Air Force One que viaja con el presidente estadounidense a Pittsburgh para la cumbre del G20 de potencias industrializadas y emergentes, Robert Gibbs, portavoz de la Casa Blanca, respondió: “Absolutamente”.

“Un equipo de avance viajó desde Estados Unidos el lunes para analizar la opción de que el presidente visite Copenhague, y preste su voz a la oferta de Estados Unidos a las Olimpiadas 2016″, añadió.

No obstante, Gibbs señaló que “nada ha cambiado. Ninguna decisión final se ha tomado aún”.

Usualmente, equipos de seguridad y logística exploran el terreno antes de cada viaje presidencial dentro y fuera del país.

Los funcionarios del comité organizador de Chicago dijeron este mes que a las posibilidades de la ciudad de recibir los Juegos no les haría daño la ausencia de Obama.

“Pienso que la gente se perderá la oportunidad de encontrarse con él (Obama), eso es natural, pero no pienso que eso (su ausencia) vaya a afectar la oferta de Chicago”, expresó Pat Ryan, presidente del Comité de Candidatura Chicago 2016.

Se espera que a la cita de Copenhague asistan el rey Juan Carlos de España y el presidente Luiz Inacio Lula da Silva de Brasil, en apoyo a Madrid y Rio de Janeiro, respectivamente.

El precedente en este aspecto lo sentó el ex primer ministro británico Tony Blair, quien asistió a la reunión del COI en Singapur, donde Londres fue escogida sede de los Juegos de 2012. (AFP).