El escritor chileno Antonio Skármeta se mostró satisfecho este sábado en el Festival de Cine de San Sebastián de la adaptación de su obra “El baile de la Victoria”, realizada por el español Fernando Trueba, y recordó que es él quien elige a un director.

“Hay una cosa en la cual yo no me equivoco. Yo elijo al director. Si es un director que merece mi admiración, que admiro su talento, listo”, dijo Skármeta a la AFP tras el estreno fuera de concurso en el certamen donostiarra de la última película del cineasta español Fernando Trueba.

“El baile de la Victoria” es una adaptación de la novela homónima del escritor chileno, que en esta ocasión también ha participado en el guión y en la interpretación con un breve papel, mostrándose entusiasta con el primer largometraje de ficción de Trueba desde hace siete años.

Skármeta se mostró “feliz” con el hecho de que Trueba hubiera decidido llevar a la gran pantalla la novela, sobre la que el director español pudo trabajar libremente.

“Es el director el que tiene la responsabilidad artística completa de la película y no hay que causarle ningún tipo de dificultades”, dijo el autor de “Ardiente paciencia”, “La chica del trombón” o “La boda del poeta.

“El guión y la novela original son nada más que instrumentos de una orquesta que él (el director) puede afinar o desafinar como se le ocurra, pero como autor yo le doy la plena libertad al director para que haga lo que quiera con mi obra”, añadió el escritor de Antofagasta, de 68 años.

En esta ocasión, Trueba y su hijo Jonás hicieron un primer guión, sobre el que luego trabajó el escritor.

“En el guión estaba toda una visión de la obra, de la novela, que cambiaba muchos elementos, pero al mismo tiempo respetaba muy fuertemente el espíritu de la obra”, dijo Skármeta a AFP.

“El baile de la Victoria” repasa los avatares de dos ladrones que salen de la cárcel gracias a una amnistía tras la vuelta a la democracia en Chile, pero mientras el más veterano, interpretado por Ricardo Darín, sólo quiere volver con su familia, el más joven (Abel Ayala) quiere dar un gran golpe.

La vida de ambos dará un vuelco cuando se cruce en su camino la joven bailarina Victoria, a la que da vida la debutante Miranda Bodenhöfer, quien intenta exorcizar los fantasmas de su pasado a través de la danza.

“Tal vez lo que más me costó convencerme de que era un paso importante dramatúrgico es que en mi novela el personaje Victoria habla, y en la película cambia”, dijo el escritor.

“Y Fernando fue contándome las razones literarias y cinematográficas que pensaba que podían hacer más fuerte a ese personaje y me fue convenciendo”, añadió Skármeta, quien antes había calificado a Trueba de “hombre de una tremenda cultura cinematográfica y de una tremenda espontaneidad artística”.

El literato chileno recordó que, desde el principio, Trueba pensó en Darín para el papel y en cuanto a la pequeña aparición que él mismo hace en el film, a petición del director, reconoció que estuvo “muy nervioso el día de la filmación de mi escena” en la piel del crítico cultural Coppeta.

“Es un momento emocionante cuando sucede el baile de la Victoria y la reacción emocional del crítico era al mismo tiempo una emoción real del escritor de la novela. Fue una actuación sentida y a veces el sentimiento traspasa la mala técnica”, bromeó.

El escritor recuerda el éxito que tuvo “El cartero (y Pablo Neruda)” de Michael Radford, adaptación de “Ardiente paciencia” y confía en que esta nueva película, precandidata española para los premios Oscar y Ariel mexicano, tenga el mismo éxito. (AFP).