El hombre que asesinó a sangre fría a dos personas el viernes en una céntrica estación de metro de la capital protagonizó el segundo gran susto que se ha llevado México en los últimos 10 días, después de que un religioso secuestrara un avión “por revelación divina”.

El agresor del metro, un agricultor del estado de Jalisco (oeste) de 38 años, aseguró tras ser capturado que había viajado hasta la capital porque tenía “un mensaje que transmitir. Un mensaje que debe prevenir del hambre, del hambre que se va a venir”, dijo este sábado a la prensa Miguel Ángel Mancera, titular de la Procuraduría (fiscalía) de Justicia del Distrito Federal.

“También habla de la Biblia. Dice que muchas de las cosas que están sucediendo están escritas en la Biblia (entre ellas) que puede haber una gran hambruna”, añadió Mancera.

No obstante, el procurador advierte que el detenido, identificado como Luis Felipe Hernández, “confunde sus discursos. De repente habla de un tema y después se va a temas religiosos y después a temas políticos (…) Nos lleva a pensar que pudiera estar afectado de sus facultades mentales”.

Las autoridades capitalinas están realizando pruebas psicológicas y psiquiátricas al agresor para determinar su estado de salud mental.

La tarde del viernes, Hernández fue sorprendido realizando pintadas en un andén del céntrico Metro Balderas. Según Mancera, los textos cargaban contra los gobiernos a nivel mundial, aunque el diario Reforma reproduce este sábado una de ellas que rezaba: “Este gobierno de criminales nos lleva …”.

Como se observa en un video registrado por las cámaras del metro, la tragedia inició a las 17:14 horas locales (18:14 hora de Chile) cuando 2 agentes tratan de detener a Hernández y éste, en medio de una multitud que esperaba para entrar en un vagón, sacó de su mochila un revolver calibre 38 con el que mató a uno de los policías.

El atacante afirmó que “cuando se le acercó el policía, sintió que era un acto de agresión. Y que no está arrepentido de haber realizado lo que realizó, porque así tenía que reaccionar”, señaló el procurador.

Tras los primeros disparos, el pánico cundió entre los pasajeros, la mayoría de los cuales huyó por las salidas. Sin embargo, uno de ellos, un trabajador de la construcción de 58 años, trató reiteradamente de reducir al homicida hasta recibir un tercer y mortal disparo.

5 usuarios y un policía también fueron heridos de bala. Finalmente, el agresor, atrincherado en un vagón, recibió un disparo en el hombro derecho de un grupo de policías que pudo capturarlo.

“Lo que nos dicen es que estaba fuera de sí y que pegaba gritos hacia todos lados y que la actitud hacia él mismo era de total descontrol”, afirmó Mancera.

La alcaldía capitalina reforzó este sábado con más de 1.600 policías armados la seguridad de la extensa red de metro, que cuenta con 175 estaciones y que es utilizada diariamente por unos 4 millones de personas.

Los agentes desplegados, junto a los 3.000 vigilantes del metro, iniciaron este sábado revisiones aleatorias con detectores de metal a los usuarios.

Este suceso llega apenas 10 días después de que un pastor boliviano activara la máxima alerta en México, al secuestrar durante una hora un avión con 104 pasajeros entre Cancún (este) y Ciudad de México, para alertar sobre un futuro y catástrofico terremoto del que pudo saber “por revelación divina”.

“Deben entender que (ambas) son tragedias muy particulares que ocasionan dolor pero que no son la medida ni de la ciudad ni del país”, pidió este sábado el ministro del Interior mexicano, Fernando Gómez Mont. (AFP).