El pasado 11 de marzo, el Senado aprobó por unanimidad la Ley del Donante Universal, con la cual toda persona mayor de 14 años deberá entregar sus órganos una vez fallecida, a menos que en vida haya decidido no hacerlo.

Desde ese día el proyecto se encuentra estancado en la Cámara de Diputados, de la cual, a pesar del relativo acuerdo que hay frente a este tema no ha podido salir, por lo que son varios los que han pedido que se le ponga suma urgencia.

Y fue el propio ministro de Salud, Álvaro Erazo, quien hizo eco del llamado y se abrió a la posibilidad de tomar medidas desde el Ejecutivo que aceleren la aprobación de esta normativa, que incluye recursos para mejorar la gestión de los trasplantes.

El padre de Felipe Cruzat, que murió esperando un corazón, Gonzalo, recalcó que llevan esperando una decisión como esta hace más de 6 meses, fecha en la que su hijo aún estaba vivo y el tema permanecia en voga.

Actualmente, 7 personas de cada un millón dona sus órganos, cifra que podría superar los 40 con esta ley.