Se trata de un crimen que podría ser el guion de una macabra película, pero forma parte de la real y cruda historia de un hombre que destacó por sus críticas al regimen saudí y por su colaboración a periódicos de prestigio como The Washington Post.
El asesinato
Jamal Khashoggi fue captado, por última vez, entrando al consulado saudí en Turquía, el 2 de octubre de 2018.
¿Qué hacía en ese lugar?: acudía, según medios como la BBC, a retirar un documento que certificaba su divorcio y daba vía libre a contraer matrimonio con su prometida nacida en Turquía, Hatice Cengiz.
Al ingresar a la sede diplomática, al menos 15 hombres saudies, lo tomaron y estrangularon para luego descuartizar y desaparecer sus restos.
“Según planes acordados anteriormente, la víctima, Jamal Khashoggi, murió estrangulado inmediatamente después de ingresar al Consulado General de Arabia Saudita”, rezaba un comunicado del gobierno turco, semanas después.
Medios a nivel mundial mostraron imágenes de un hombre quien se supone era Jamal Khashoggi, saliendo del consulado. Era un impostor. Su calzado era distinto.
Los motivos
Desde 2017, Khashoggi se exilió en EEUU, lo que le valió publicar piezas para medios locales, hablando de las injusticias del régimen de su país.
Antes, era un consejero de la realeza. La participación saudí en la guerra de Yemen, que desató la peor de las crisis humanitarias en el mundo, los arrestos de varios de sus colegas, la clausura de su periódico, además de otras decisiones del príncipe heredero Mohammed bin Salman, lo volvieron uno de los más fieros críticos de la corona.
Le habrían prohibido incluso tuitear, por lo que se tuvo que ir de Arabia Saudita.
Cuando el gobierno turco apuntaba a las autoridades saudies por el asesinato y desaparición de Khashoggi, los aludidos negaron los hechos, asegurando que estaban “trabajando para buscarlo”. No era así. Posteriormente, con la presión de países occidentales, aceptaron que el crimen fue cometido por agentes sauditas que actuaron por su cuenta, sin haber recibido órdenes de altos dirigentes.
El fallo sin los restos de Khashoggi
Un año y dos meses después, tras un juicio que ha generado dudas, un juez saudí dictó sentencia contra 5 agentes que fueron identificados entre los 15 que mencionaba Turquía en sus primeras acusaciones.
Pena de muerte es el castigo por haber estrangulado, descuartizado y desaparecido el cuerpo del crítico periodista. Sin embargo, la condena reviste una capa agridulce, dado que el cuerpo o los restos de la víctima aún no han sido encontrados.
Los principales autores intelectuales fueron absueltos. Se trata de Saud al Qahtani, consejero del príncipe heredero saudita Mohammed bin Salmán, y el número dos de los servicios de inteligencia, el general Ahmed al Assiri.
Lo anterior, significa que no hay conexión para las autoridades, a fin de acusar de esta muerte al heredero al trono.
En total, de las once personas enjuiciadas por el caso, cinco fueron condenadas a muerte; tres, a penas de cárcel de 24 años y los otros, absueltos.
“La falta de pruebas”, salvó de morir a los principales colaboradores del príncipe Mohammed bin Salman.
“Una burla a la justicia”
Reporteros Sin Fronteras, fue de las primeras organizaciones de prensa mundial en pronunciarse por el fallo.
Es una “burla a la justicia”, aseguraban en un firme comunicado.
El juicio, según el texto, no respetó “los principios de la justicia reconocidos internacionalmente”.
RSF, visualizan en la condena un posible medio para que “los testigos del asesinato callen para siempre”, según su secretario Chirstophe Deloire.
La CIA y una experta de Naciones Unidas revelaron indicios de la participación del príncipe saudí en el asesinato, pero éste siempre lo negó.
El presidente de EEUU Donald Trump salió a desmentir a la Agencia Central de Inteligencia, afirmando que no habían pruebas contundentes que vincularan al heredero al trono con el asesinato.
El fallo desvanece aún más las esperanzas de encontrar los restos de Khashoggi, pero uno de sus hijos declaró a CNN que la familia estaba conforme con la sentencia a muerte contra 5 de los acusados.
Lo anterior, contrasta con la declaración del Ministerio de Relaciones de Turquía, que aseguró en un comunicado: el fallo está “lejos de responder a las expectativas de nuestro país y de la comunidad internacional para esclarecer todos los aspectos de este asesinato e impartir justicia”.
