Los medios asiáticos y del resto del mundo, hacían eco de una protesta que no se visualizaba duradera. Total, ocurría en Hong Kong, parte de China. Aunque los habitantes de la ex isla británica no derrochen identidad con el gigante asiático.

1997 marcaba el antes y el después de este particular territorio. Gran Bretaña les soltó la rienda. No era más una colonia pero mientras se adaptaban al sistema de China debían pasar 50 años, por acuerdo, para adherirse bajo todo punto de vista.

La cadena CNN recoge parte de ese proceso, asegurando que “los hongkoneses” se rigen aún por leyes británicas que les garantizan el debido proceso en cualquier situación legal. Pueden protestar y se aferran a los derechos humanos como en otros países occidentales, por ejemplo.

Sin embargo, en junio pasado, el descontento comenzó a sentirse en las calles de esa ciudad, porque a 22 años de no ser más un territorio británico, el gobierno de Pekín comenzó a aplicar sus leyes en la ciudad recuperada en el mapa. La queja inicial de los manifestantes era el proyecto de ley para autorizar la extradición de supuestos criminales hacia China.

Más adelante, surgió la arista política: la oposición a que China no se involucrara en las elecciones municipales del 24 de noviembre. Resulta que los candidatos a gobernador, entre otros, debían contar con la aprobación del Partido Comunista que tenía a sus ‘pro gobierno’ participando para lograr la anhelada soberanía en la ex colonia británica.

La resistencia se agudizó, entonces, liderada por los estudiantes, creciendo con el paso de los días en todos los sentidos y en resguardo de la herencia europea en materia de Derechos Humanos.

Irrupciones en sedes gubernamentales, cierres en el aeropuerto de Hong Kong y enfrentamientos con las fuerzas del orden, dieron inicio al que ya se considera el estallido social más largo del año, pero con resultados, a punto de finalizar 2019.

Agencia France-Presse
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Las manifestaciones

Noviembre fue uno de los meses más violentos en las protestas. Meses atrás, el ícono de las mismas era una mujer que fue lesionada en el ojo en enfrentamientos con la policía. Después del incidente, las protestas con parche fueron prácticamente estandarizadas desde ese territorio, inconforme y renuente a sumarse al sistema de China.

El pasado 18 de noviembre, cadenas internacionales informaban que para esa fecha, los manifestantes ya lanzaban flechas con fuego a la policía antidisturbios.

Uno de los momentos más difíciles fue el desalojo de la Universidad Politécnica, bastión de los inconformes. En esa ocasión, un número indeterminado de jóvenes fue detenido y un policía recibió un flechazo en la pierna.

Ye Aung Thu / AFP
Ye Aung Thu / AFP

3 días antes un hombre de 70 años era la víctima número dos de los disturbios, tras recibir un ladrillazo en la cabeza. Quedó en medio de los enfrentamientos entre fuerzas del orden, pro chinos y detractores del gobierno. La víctima ni siquiera protestaba. Trabajaba (pese a su edad) en una empresa de limpieza subcontratada por el Estado. Un estudiante fallecido a inicios del mes, ya formaba parte de las pérdidas humanas.

A esas alturas del conflicto, ya había sido vandalizado en una ocasión un centro comercial local, estaciones de metro, empresas afines al gobierno y la agencia de noticias del gobierno, Xinhua. No se reporta el saqueo generalizado a comercios, o destrucción de las ciudades.

De hecho, la agencia de noticias rusa RT mostraba semanas antes a los manifestantes limpiando las calles luego de los enfrentamientos con la policía.

Tras medio año de crisis, el saldo negativo se considera menor a lo ocurrido en otras crisis a nivel mundial, si se compara con los más de 20 muertos en el conflicto chileno, que aún no cumple dos meses, o el de Irán, donde ya se habla de 161 fallecidos por la represión policial.

Agencia France-Presse
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Lo que han logrado las manifestaciones

El 24 de noviembre, luego de 5 meses de enfrentamientos, los candidatos pro gobierno y los denominados pandemócratas, se enfrentaron en las urnas para jugarse algo más que un puesto político. Es decir, el control de Pekín sobre la ciudad o la autonomía de los que se oponen al sistema chino.

Los resultados fueron arrasadores, según lo informaron medios como El País.

2.94 millones de personas, o el 71,2% del censo electoral, acudió a votar un 13% más que el porcentaje registrado en la anterior elección, cuando participó 58% del padrón.

Esto fue interpretado como un mensaje directo por la vía democrática hacia Pekín. Los pandemócratas, obtuvieron 387 de las 452 concejalías. Eso, allana el camino para un contrapeso político en Hong Kong, conservándola hasta cierto punto autónoma del resto del territorio.

Para algunos, se trata de una especie de referéndum en el que habló la población, ya que los pandemócratas controlarán 17 de los 18 distritos hongkoneses.

Entre los concejales que resultaron electos, figuran jóvenes que estuvieron activos en el movimiento “Los Paraguas”.

“El Gobierno debe responder a nuestras demandas tan pronto como sea posible”, decía Lester Shum, concejal electo.

Una de las exigencias ya fue resuelta: el gobierno chino dio marcha atrás al proyecto de ley para extraditar a presuntos criminales de Hong Kong a China.

Las exigencias que no han sido resueltas.

1- Una investigación independiente sobre el actuar policial en las protestas.
2- La liberación sin cargos de los detenidos durante las protestas.
3- El sufragio universal en las elecciones al legislativo y para nombrar al jefe del Gobierno autónomo.

Nuevas protestas con sabor a victoria

El pasado domingo, cientos de miles de manifestantes salieron a las calles pero, esta vez, la consigna tenía gusto a triunfo. Las tiendas, según medios como elmundo.es, lucían en sus vitrinas a monos de manifestantes con sus máscaras antigases, policías antidisturbios y hasta reporteros con su chaleco amarillo cubriendo las protestas que estallaban meses atrás.

El matiz lo daba el arrasador triunfo en las urnas por parte de los pandemocrátas. La fiesta era para recordar que hace seis meses se iniciaba la cruzada por la democracia y que el gobierno chino había perdido el avance del poder que intentaba instaurar en la ex colonia británica.

Se conmemoraba otra importante fecha: el Día Mundial de los Derechos Humanos. A los habitantes de Hong Kong, parece haberles salido casi todo bien, tomando en cuenta los saldos negativos, tanto humanos como económicos.

Sólo en octubre el Departamento de Censo y Estadísticas reveló que las ventas minoristas cayeron 24.3 por ciento a 30.1 millones de dólares hongkoneses (unos 3.8 mil millones de dólares).

Aún así, 800 mil personas salieron a la calle por 4 horas a festejar sus resultados.

“Es increíble lo que está sucediendo aquí. Sólo pedimos que China nos escuche y atienda nuestras demandas. Queremos una democracia completa”, decía un abogado citado por los medios locales.

La resistencia en las calles les dio la fuerza. Las urnas, los super poderes para una democracia sostenida.

YE AUNG THU / AFP
YE AUNG THU / AFP