El gobierno del británico Boris Johnson estableció el pasado lunes sus prioridades legislativas en una pomposa ceremonia presidida por la reina Isabel II, que presentó un programa gubernamental encabezado por el Brexit, pero cuyas medidas muy probablemente no se promulguen.

Sin embargo, otro hecho empañó la suntuosa actividad. Y es que en su calidad de jefa de Estado de una monarquía constitucional, Isabel II debe mantener una posición política neutral. Sin embargo, nuevamente el primer ministro británico “obligó” a la monarca a romper con su imparcialidad en temas políticos.

En un discurso escrito por Boris Johnson para ser leído en la Cámara de los Lores, la monarca anunció 26 proyectos de ley que van desde la aplicación de un acuerdo de divorcio con la Unión Europea, aún no negociado, hasta la modificación de las sentencias penales o la protección del medio ambiente.

“La prioridad de mi gobierno siempre ha sido asegurar la salida del Reino Unido de la Unión Europea el 31 de octubre”, dijo.

“Mi gobierno tiene la intención de trabajar hacia una nueva asociación con la Unión Europea, basada en el libre comercio y la cooperación amistosa”, agregó en su lectura la Reina Isabel.

Esto incluye planes para un proyecto de ley de Tratado de Retirada de la UE que traduzca a la legislación británica un eventual acuerdo que Johnson todavía está negociando con Bruselas cuando faltan solo dos semanas y media para la fecha prevista.

ARCHIVO | Tolga Akmen  | Agence France-Presse
ARCHIVO | Tolga Akmen | Agence France-Presse

En el discurso, la reina detalló así planes para un nuevo régimen pesquero, agrícola y comercial tras el Brexit, y leyes para proteger los servicios financieros y legales del país.

También mencionó una legislación para poner fin a la libertad de circulación de los ciudadanos de la UE y establecer un nuevo sistema de inmigración basado en puntos que entraría en vigor en 2021.

Dirigiéndose a los 3,4 millones de europeos que se estima viven actualmente en el Reino Unido, la monarca aseguró que el gobierno mantiene su compromiso de acordarles los mismos derechos que tienen actualmente.

También anunció proyectos de ley para proteger a los animales, luchar contra la contaminación por plástico, impulsar el servicio de salud público, abordar la violencia doméstica e introducir sentencias más duras para los delincuentes.

Sin embargo, es muy probable que pocas de estas leyes sean promulgadas, ya que Johnson no tiene una mayoría en la Cámara de los Comunes desde que expulsó de su partido a 21 diputados rebeldes conservadores.

Oposición acusa a Johnson de utilizar a la Reina Isabel

El líder de la oposición, el laborista Jeremy Corbyn, calificó el ejercicio como la “farsa” de un ejecutivo “que establece una agenda legislativa que sabe que no puede ser aprobada en el Parlamento”.

En ese sentido, acusó a Johnson de “utilizar a la Reina para exponer el manifiesto electoral del Partido Conservador”, horas antes incluso del discurso.

Sus dichos fueron en parte compartidos por el profesor Robert Hazell de la prestigiosa Universidad de Londres, seǵun consigna el diario argentino Perfil.

“Boris Johnson ya ha causado la más grande polémica constitucional de su reinado, y no debería abusar más de su posición”, afirmó el académico. En ese sentido, agregó que “será bochornoso para la Reina y le arrastra de nuevo a la controversia polémica”.

 Boris Johnson | Daniel Leal-Olivas | Agence France-Presse
Boris Johnson | Daniel Leal-Olivas | Agence France-Presse

Recordemos que la soberana, de 93 años, había aprobado a finales de agosto la decisión de Johnson de suspender las labores del parlamento entre el 10 de septiembre y el 14 de octubre, es decir, hasta dos semanas antes del Brexit, previsto para el 31 de octubre.

Esa decisión provocó un huracán político, porque dejaba apenas sin tiempo a los diputados contrarios a un Brexit sin acuerdo para intentar impedirlo. Y la Corte Suprema la calificó de “ilegal”, porque “tuvo el efecto de frustrar o impedir la capacidad del parlamento para llevar a cabo sus funciones constitucionales sin una justificación razonable”.

Sin embargo, los expertos en derecho constitucional aseguran que Isabel II no tenía otra opción que aprobar la petición, haciendo patente su función puramente instrumental.

La reina puede ser consultada, advertir o alentar, pero sólo puede actuar siguiendo el consejo de sus ministros: “Es la regla más antigua de la Constitución” británica, aseguró a la AFP Robert Craig, de la Universidad de Durham.

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“Boris Johnson ya ha causado la más grande polémica constitucional de su reinado, y no debería abusar más de su posición”
- Robert Hazell

En el trono desde 1952, Isabel II “se vio arrastrada al debate político más divisivo del país”, subrayaba Mike Gordon, profesor de Derecho constitucional de la Universidad de Liverpool.

La tradicional neutralidad de la reina es tan perfecta que nadie sabe qué piensa sobre las grandes cuestiones políticas que agitan al país, empezando por el Brexit.

Sin embargo, hubo una excepción reciente: el referéndum de 2014 sobre la independencia en Escocia.

“Espero que la gente reflexione con mucho cuidado sobre el futuro”, dijo la jefa de Estado, expresando una preocupación que fue inmediatamente interpretada como una hostilidad a la independencia de parte de su reino.

Johnson prefiere “estar muerto en una zanja” a pedir aplazar el Brexit

Mientras tanto, Johnson tiene como límite el 19 de octubre para lograr un acuerdo, según la ley aprobada por su Parlamento contra su opinión que le obliga a pedir entonces una nueva prórroga del Brexit, la tercera desde marzo de 2019 y algo a lo que se muestra reticente.

A falta de un acuerdo, Johnson asegura que prefiere “estar muerto en una zanja” a pedir otro aplazamiento.

“No puedo creer en toda conciencia que ese sea el camino correcto para este país”, reiteró el primer ministro ante el parlamento después de que Isabel II presentase el programa legislativo de su ejecutivo, en el poder desde finales de julio.

Este marca un endurecimiento en materia de seguridad e inmigración, sin embargo podría tener un muy corto recorrido dada la incertidumbre que rodea al Brexit y la previsible convocatoria de elecciones anticipadas en los próximos meses ya que el gobierno está en minoría desde la rebelión en septiembre de 21 diputados conservadores.

Los diputados, que comenzaron inmediatamente a debatir el programa, deben votarlo la próxima semana y una nueva derrota de Johnson, aunque no le obligaría a dimitir, lo dejaría aún más magullado tras sufrir siete reveses consecutivos en el parlamento.