Después de doce días de violentas protestas y disturbios en las calles, el presidente de Ecuador, Lenín Moreno, anunció haber llegado a un acuerdo con el movimiento indígena para poner fin a la violenta crisis que azotó al país.
“El Gobierno sustituirá el decreto 883 por uno nuevo que contenga mecanismos para focalizar los recursos en quienes más los necesitan”, señaló el mandatario en su Twitter. De esta forma, puso fin al acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) sobre la supresión de los subsidios que disparó el precio del diésel y la gasolina en 123%.
En medio de los siete muertos, 1.340 heridos y 1.152 detenidos, se suponía que Quito iba a recibir una verdadera fiesta del deporte sudamericano. Entre el 11 y 27 de octubre se dio inicio a las 12º versión de la Copa Libertadores femenina.
Y no se trataba de cualquier torneo. Este año, el Mundial de Francia marcó un antes y un después en cuanto a la percepción del fútbol femenino. Fue una ocasión perfecta para que las mejores jugadoras del planeta pusieran en el tapete las enormes desigualdades que existen con la competencia masculina.
De esta forma, por primera vez, 16 equipos dirán presente en la capital ecuatoriana. Además se repartirá una histórica cifra en premios: Serán US$285.000, que se dividen en la entrega de 7.500 dólares para cada participante, US$30.000 para el tercer lugar, US$50.000 para el subcampeón y US$85.000 para el campeón.
En representación de Chile, Santiago Morning y Colo Colo viajaron hace algunos días a Quito para aclimatarse a la altura y preparar su debut. La Conmebol sostuvo en todo momento que las condiciones de seguridad eran óptimas.
No obstante, el toque de queda decretado en Quito y zonas cercanas, manifestaciones masivas, destrozos, desmanes, caminos cortados, desabastecimiento de agua y alimentos, paralización del transporte público y suspensión de actividades escolares en la mayor parte del país, daban cuenta de una situación preocupante.
El sábado pasado, Colo Colo hizo su debut ante Cerro Porteño en el Estadio Atahualpa. Cayeron por 3-2. Fue un partido accidentado que se vio interrumpido por más de treinta minutos por cortes de luz, mientras que en las calles las manifestaciones alcanzaban su punto más álgido.
¿Cuál será la prioridad de la policía ecuatoriana? ¿Que garantías existen ante un conflicto que aún está latente? ¿Cuánto perderá la Conmebol con la suspensión del certamen?
Preguntas que en los próximos días tendrán respuestas. En medio de todo este ambiente de incertidumbre, la pelota ya comenzó a rodar.
Las críticas a la Conmebol de parte del mundo del fútbol
Este lunes, Santiago Morning tuvo su esperado debut en la competición. Fue un empate 2-2 ante el UAI Urquiza. La directiva del “chaguito” realizó una importante inversión y desde el plantel recalcaron que no van a participar, van a luchar derechamente por el título.
La principal razón de la Conmebol para reanudar la competencia fue que “la reunión entre el gobierno ecuatoriano y representantes de los manifestantes llegó a un acuerdo que puede garantizar la provisión de servicios básicos y la seguridad adecuada para este tipo de eventos”.
Diversas asociaciones no escondieron su descontento por la determinación de seguir con el certamen. FIFPro fue el primero en mostrar su preocupación. A través de su cuenta oficial, informaron que jugadoras de varios clubes que temían por su seguridad se habían contactado con ellos en busca de ayuda urgente.
La Asociación Nacional de Jugadoras de Fútbol Femenino (Anjuff) también mostró sus reparos: “Si bien se informa sobre consensos, nadie asegura el real bienestar físico y psicológico de las jugadoras. ¿Es correcto festejar una Copa Libertadores en medio de una crisis político – social como la que se vivió los últimos días? No olvidemos la volatilidad de estos contextos”.
Desde el Sindicato de Futbolistas Profesionales también se manifestaron. “Como @sifup y @ANJUFFChile defenderemos siempre la integridad de los y las deportistas. No están las condiciones para una normal competencia”.
Fernanda Pinilla, jugadora de la selección chilena que ha sido destacada por medios internacionales debido a su gran compromiso social, se quejó por la organización certamen, comparándolo con lo que sucedería en el caso de los hombres.
“Luego, dos días después las deportistas tienen que ser capaces de superar la ansiedad y el miedo con el que estuvieron, para que así, @CONMEBOL no pierda el dinero invertido en este evento. Me pregunto… ¿qué hubiese pasado si se tratara de UNA fecha de la libertadores masculina?”, señaló.
“La final del Siglo: el caso de la final entre River Plate y Boca Juniors”
El 24 de noviembre de 2018, el mundo del fútbol se paralizaba. River Plate y Boca Juniors definirían al nuevo campeón de la Copa Libertadores. El partido fue calificado como ‘la final del siglo’.
Sin embargo, toda esta fiesta del deporte se vería empañada por los incidentes que ocurrieron en las afueras del Estadio Monumental de River. Hinchas del ‘millonario’, agredieron con piedras y objetos contundentes el bus que trasladaba al plantel de Boca Juniors. Varios jugadores terminaron heridos.
Frente a este papelón mundial, la Conmebol decidió rápidamente posponer el partido para el próximo día. Boca Juniors acusó desventaja deportiva y el evento que sería observado por millones de espectadores alrededor del mundo corría peligro.
Alejandro Domínguez, presidente del organismo, puso manos a la obra y empezó a barajar diversas opciones para albergar el partido. Finalmente, se eligió como sede el estadio Santiago Bernabéu de España, recinto donde hace de local el Real Madrid.
De esta forma, tras 58 años, un certamen que celebra la esencia latinoamericana viviría su final más importante de la historia en Europa. ¿Vaya paradoja, no?. En tiempo récord, la Conmebol encontró una solución que tuvo millonarios costos. En Ecuador, y aunque era una situación más preocupante, el juicio del organismo dejó mucho que desear.
En el caso del Bernabéu, la decisión dejó números verdes. La Conmebol recaudó 10,83 millones de dólares por la venta de entradas, de los que gastó 9,38 millones que incluyen en impuestos, gastos operativos y logística, transporte y alojamiento de los clubes (2,31 millones), según los datos facilitados por la entidad.
El remanente se repartió entre los clubes argentinos para la estructuración de un plan que mejore la seguridad en los estadios. Los mismos equipos están actualmente disputando las semifinales de una nueva edición del certamen y hasta el momento no se han registrado incidentes.
Guardando las distancias, se trata de un reflejo más del desigual trato que tiene el fútbol femenino en cuanto al masculino. En medio de una danza de millones y de un país convulsionado por problemáticas sociales, la pelota seguirá rodando aunque en cualquier momento se puede pinchar.
