Corea del Norte disparó este miércoles dos misiles balísticos, según el ejército surcoreano, apenas unos días después del lanzamiento de otros dos misiles de corto alcance en protesta por los ejercicios militares conjuntos previstos entre Estados Unidos y Corea del Sur.

Los misiles balísticos disparados este miércoles “volaron unos 250 km a unos 30 km de altitud antes de caer al mar del Este”, también conocido como mar de Japón, dijo a la Agence France-Presse un responsable del Estado Mayor Conjunto de Seúl.

Fueron lanzados al amanecer desde una zona cercana a Wonsan, en la costa este de Corea del Norte, explicó el responsable, quien dijo que se esperaban “otros posibles disparos”.

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Kim “no ha lanzado una advertencia a Estados Unidos (…) el Norte y el Sur tienen sus disputas”.
- Donald Trump, presidente de EEUU.

“Insistimos en que el lanzamiento de misiles no contribuye a rebajar la tensión en la península de Corea e instamos al Norte a abstenerse de tales actos”, dijeron en un comunicado.

Corea del Norte tiene prohibido lanzar misiles balísticos, en virtud a una serie de resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU.

Por el momento, Pyongyang no confirmó ni desmintió estos disparos, que se producen seis días después de que el líder norcoreano, Kim Jong Un, supervisara personalmente el lanzamiento de dos misiles de corto alcance.

Agence France-Presse
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En esa ocasión, fue el primer disparo de misiles desde el encuentro espontáneo de Kim con el presidente estadounidense, Donald Trump, en junio en la Zona Desmilitarizada (DMZ) que divide la península de Corea. Los dos mandatarios acordaron entonces reanudar las negociaciones sobre el programa nuclear de Pyongyang.

Pero este compromiso, por el momento, no dio frutos, y Pyongyang advirtió recientemente que el proceso podría descarrilar si en agosto se celebran, como está previsto, las maniobras militares conjuntas con los norteamericanos en Corea del Sur.

En declaraciones ante la prensa, el secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo, dijo el miércoles pasado que las conversaciones comenzarán “dentro de no mucho”, sin dar más precisiones.

“Aumentando poco a poco las tensiones”

En opinión de Harry Kazianis, especialista en cuestiones de defensa en el centro de reflexión conservador Center for the National Interest, el último disparo de misiles es la forma de Corea del Norte de reclamar a los aliados surcoreanos y estadounidenses que detengan los ejercicios militares conjuntos, o si no, seguirá “mostrando [sus] propias capacidades militares ofensivas y aumentando poco a poco las tensiones”.

El experto predice también que Pyongyang llevará a cabo nuevos disparos antes de que comiencen los ejercicios entre Estados Unidos y Corea del Sur en agosto, y que continuarán después.

“La única cuestión es saber si el régimen de Kim se atrevería a probar un misil balístico intercontinental o un misil de largo alcance, que podrían alcanzar el territorio estadounidense”, añade.

Pyongyang hizo saber el jueves que los nuevos misiles “perfeccionados” pueden volar a baja altitud, lo que hace que sean difíciles de interceptar, y que suponen una advertencia a Seúl por sus planes de ejercicios militares conjuntos con Washington.

No obstante, Trump restó importancia al lenguaje belicista de Kim, diciendo que el líder norcoreano estaba lanzando una advertencia a Corea del Sur, no a Estados Unidos.

“No ha lanzado una advertencia a Estados Unidos”, dijo ante la prensa en la Casa Blanca. El Norte y el Sur “tienen sus disputas”, añadió.

Con todo, en Corea del Sur están desplegados casi 30.000 soldados estadounidenses. Los ejercicios anuales que llevan a cabo con decenas de miles de soldados surcoreanos siempre irritan a Pyongyang, que los considera con un ensayo general para la invasión de su territorio.