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Las razones detrás de las más de 800 mil personas en edad de jubilar que aún trabajan

Las razones detrás de las más de 800 mil personas en edad de jubilar que aún trabajan

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11 de Julio de 2012/SANTIAGO duarnte el lanzamiento del programa especial de vivienda “Acoge a un adulto Mayor”. FOTO: SEBASTIAN RODRIGUEZ/AGENCIAUNO

En la actualidad, muchas personas deciden alargar su vida laboral con el fin de evitar una vejez ajustada a bajas pensiones o por no querer cambiar su actual estilo de vida, lo que ha sido caldo de cultivo para las diversas manifestaciones a lo largo del país en contra del sistema de AFP.

Si bien en Chile la edad de jubilación es de 60 años para las mujeres y de 65 para los hombres, no todos “toman la decisión” de jubilar.

Ocupadas o “Cesantes”

Según el último registro del Banco de Datos de la Encuesta Nacional de Empleo desarrollado por el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), entre julio y septiembre de este año, hay un total de 810.579 personas en edad de jubilar, que aún se encuentran trabajando o ejerciendo de forma semanal alguna labor remunerada.

Tal como se muestra en el gráfico, desde los 60 años para las mujeres, 65 para hombres y hasta los 99 años hay “ocupados”, es decir, personas que han trabajado al menos en la semana de consulta recibiendo remuneración o especies a cambio y que esperan seguir así durante las próximas cuatro semanas.

Cabe destacar que actualmente hay un universo de poco más de tres millones de potenciales jubilados (3.065.851), entre mujeres y hombres hasta las 99 años.

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Si bien este grupo etáreo no se encuentra en la obligación de trabajar, son 33.360 personas entre 60 a 69 años que se consideran cesantes, asimismo hay otras 3.698 entre los 70 a 79 años, 543.390 personas entre los 80 a 89 años y 422 entre los 90 a 99 años.

Pese a que sobre los 100 años no hay registros de trabajadores durante 2016, sí hubo en 2015, donde el mayor número se alcanzó durante el ciclo agosto – octubre, con 225 personas sobre esta edad, que indicaban haber realizado al menos algún tipo de trabajo remunerado, de los cuales el 100% eran varones.

05  de NOVIEMBRE  de 2012/VALPARAISO Un adulto mayor camina con bastón por una  calle principal de Valparaíso. FOTO: PABLO OVALLE ISASMENDI /AGENCIAUNO
05 de NOVIEMBRE de 2012/VALPARAISO
Un adulto mayor camina con bastón por una calle principal de Valparaíso.
FOTO: PABLO OVALLE ISASMENDI /AGENCIAUNO

¿Factores?

Gonzalo Cid, economista del Centro de Estudios Nacionales de Desarrollo Alternativo (Cenda) y vocero de No+AFP, explicó que en Chile esta realidad es propia del sistema actual.

“Esto es propio del régimen de capitalización individual que tiene el país que entrega pensiones que son bajas en comparación a quienes se pensionan en sistemas privados y eso hace que las personas deban seguir trabajando”, argumentó.

Cid indicó además que el sistema provoca que los momentos entre la edad de jubilación, jubilarse y dejar la actividad laboral no coincidan, lo que hace que muchos jubilados o en edad de jubilación, por diferentes motivos, continúen haciendo labores remuneradas.

El profesor de la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad de Chile, Joseph Ramos, explicó que “el impacto que tiene la prolongación de la vida laboral en la economía, generalmente es positivo, aunque en el sentido del ocio -entendido como el tiempo libre- no lo es. Cuando alguien está ocioso, el PIB no sube, pero no por ello es infeliz”, señaló.

Según Ramos, al ser las pensiones tan bajas, las personas continúan trabajando, lo que provoca dos situaciones: el sujeto continúa contribuyendo al sistema de AFP y al final de sus años laborales termina aumentando su pensión; o que pese a recibir una pensión, continúan alguna actividad laboral, lo que no sería negativo si la persona opta por trabajar porque desea hacerlo.

El economista manifiesta que pese a lo que se cree que los puestos que ocupan personas en edad de jubilación podrían ser usados para futuras generaciones, los trabajos y sus enfoque son distintos, por lo que es más gente contribuyendo a la economía.

Ambos economistas concuerdan en que una de las principales razones para esta población continúe trabajando se debe a las bajas pensiones percibidas, aunque creen que hay un grupo que continúa además, por seguir ocupados.

Los “desocupados”

Sin embargo, hay quienes sí se desentienden de trabajar luego de la edad de jubilación y mientras aumenta la edad, aumentan también quienes prefieren descansar.

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Las principales razones, según el economista Joseph Ramos, serían que cuentan con una pensión que no los obliga a trabajar y que prefieren usar su tiempo libre con la familia, especialmente cuidando a nietos o bisnietos, en vez de actividades laborales.

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