Contenidos, preparación a conciencia y reales instrumentos en su preparación son los componentes que a juicio de los puntajes nacionales de la región de Los Lagos, explican la brecha que existe a la hora de rendir la prueba de selección universitaria. Junto a ello, afirmaron que son evidentes las diferencias entre los colegios públicos y privados.
La reflexión nace tras la distinción a los Puntajes Nacionales, Regionales y Mérito Académico 2016 en la Universidad de Los Lagos, donde cada joven contó su experiencia y como lograron obtener un buen resultado en la prueba.
Como el caso de Valeria Frölich Krammer, alumna del Instituto Alemán de Osorno que con sus 850 puntos en Matemática, hoy tiene la tranquilidad de optar a una ingeniería.
En su caso, tuvo una preparación temprana y con profesores particulares, algo que -dijo- claramente se ve dificultado para un alumno de un colegio público.
Experiencia distinta es la de Jorge Cheuquian, procedente del Colegio Emprender, quien destacó con sus 826 puntos en la prueba de Historia.
Si bien dijo que la constancia fue su mayor aliado a la hora de rendir la PSU, hizo duros reparos contra el sistema educacional público y las claras debilidades que tiene en relación a los establecimientos privados.
Contrastes aceptados por el rector de la Universidad de Los Lagos, Oscar Garrido, quien afirmó, a esto apunta la gratuidad, a romper la brecha existente.
Eso si -aseguró- hay que afinarla, ya que dijo, esta diferencia no sólo se basa en los contenidos, sino también en integración, con modelos probados en otros países.
Garrido, dijo que la educación superior también debe contribuir con formación pero no solo con un enfoque docente, sino también de investigación.
Por ello, apelarán a los 3 años otorgados para la aplicación de un sistema que garantice su calidad -conocido como acreditación- donde existen asimetrías.
En promedio, son 1.100 estudiantes que cada año ingresan vía PSU a la Universidad de Los Lagos, donde un 70% de ellos se forma bajo el concepto de gratuidad.
