A pocas semanas de que miles de jóvenes se enfrenten a la PSU, uno de los desafíos más difíciles para ellos es el encontrar un método de estudio efectivo.
Pero, ¿cuáles son las estrategias para que este deber no se transforme en una verdadera pesadilla? Isidora Granese, psicóloga de Apoyo Psicoeducativo de Asesoramiento Académico de la Universidad de los Andes, entrega las claves para tener en cuenta al momento de estudiar:
especie de “escaneo” para conocer el tema que se trata, dónde se ha visto antes y familiarizarse con los contenidos.
* Anotaciones al margen: lectura consciente que busca explicar con las propias palabras lo que se considera más relevante.
* Subrayado: segunda lectura consciente que tiene por objetivo destacar palabras claves diferenciando ideas generales, principales y secundarias.
* Esquemas – diagramas – resumen – mapa mental/conceptual: utilizando las anotaciones al margen y palabras subrayadas.
* Revisión.
* Repetición activa.
Es conveniente cambiar de actividad a lo largo de la sesión de estudio, porque favorece la concentración.
La secuencia de actividades, basándose en la curva del rendimiento, sería la siguiente:
* Comenzar con materias de DIFICULTAD MEDIA (entre 45 minutos y 1 hora) y descanso de 5 minutos.
* Continuar con materias de ALTA DIFICULTAD, ya que es cuando el estudiante está más concentrado (entre 45 minutos y 1 hora) y descanso de 10 minutos.
* Terminar con materias de DIFICULTAD BAJA, (entre 45 minutos y 1 hora), debido a que es cuando el estudiante está más cansado.
También es altamente efectivo realizar esta misma secuencia dentro de una misma materia. Por ejemplo, en matemáticas, comenzar leyendo los apuntes, continuar haciendo guías de ejercicios y terminar leyendo el PowerPoint de la clase.
A nivel de factores internos, es importante considerar que las horas de sueño sean adecuadas, dieta balanceada, deporte y combinar el estudio con ratos libres.
En cuanto a factores externos, es recomendable organizar el lugar de estudio (mesa de trabajo, luz natural, adecuada ventilación, materiales necesarios, entre otros) y el tiempo
(metas realistas, considerar todas las actividades semanales, delimitando el espacio de cada una).
Esto a través de un estudio activo. Está comprobado que cuando más aprendemos es cuando hacemos cosas y se las explicamos a otros. Por ejemplo, debatir con los amigos, contarles a los hermanos alguna anécdota histórica, inventar una yincana para aprenderse las fórmulas, realizar esquemas y mapas principalmente con imágenes.
Y, ¿cuántos días antes de rendir la PSU se debe estudiar?, la especialista enfatiza que dependerá del carácter y personalidad de cada estudiante, y como se sienta más confiado. Se recomienda para los últimos días continuar repasando de manera global la materia con el fin de recordar todo lo aprendido.