ESPECIAL COPA DEL MUNDO RUSIA 2018
Domingo 01 julio de 2018, a las 11:09
Mueres siendo un héroe, o vives lo suficiente para convertirte en un villano
Por: Jeser Lara .
Roman Kruchinin I Agence France Presse
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“Mueres siendo un héroe, o vives lo suficiente para convertirte en un villano”. Quizás, en estos momentos, Lionel Messi crea que es el ‘malo de la película’ y, para expiar sus ‘pecados’, deba dar un paso al costado de su selección.

Él es el ‘salvador’, el ‘héroe’ de la Albiceleste. Sin embargo, Messi jamás pidió ese título. Se lo impusieron. Como el mejor del mundo, debe ser el líder del equipo, el centro de atención del fútbol trasandino.

Pero las comparaciones recurrentes con Diego Maradona, más la presión y una mochila cargada de ilusiones y necesidades de título han transformado a la ‘pulga’ en un verdadero ‘zombie’ dentro del campo de juego.

Se le ve triste, solo, serio y preocupado. Su cuerpo está ahí, pero su mente se encuentra en otro lugar, alejado de lo que más ama: el fútbol.

Roman Kruchinin I Agence France Presse
Roman Kruchinin I Agence France Presse

Si caemos en una comparación exagerada, es como si la ‘pulga’ fuese Frodo y el anillo único de Sauron Argentina. No creo que sea una cuestión de fútbol, más bien es la mente y el alma, allí recae la debilidad del mejor jugador del mundo.

Y su reacción hoy, tras la eliminación de su selección de Rusia 2018, lo dice todo.

El 2016, en la final de la Copa América Centenario, la catarsis inundó a Lionel. Lloró, gritó, golpeó el pasto. Había impotencia y sangre en sus reacciones, y por el bien del equipo, decidió renunciar.

Pero este sábado, tras el pitazo final del árbitro, Messi se quedó ahí, quieto. No se movió por unos cuantos minutos.

Luis Acosta I Agence France Presse
Luis Acosta I Agence France Presse

Estaba solo en el centro del campo de juego. No miró a nadie, ni siquiera a su esposa que se encontraba en la tribuna, y menos mejoró con el consuelo de sus compañeros.

Había resignación, sabía que su nivel no había sido el mejor.

Ante Islandia arrancó de la peor manera. Erró un penal y frente a los croatas literalmente desapareció. Con Nigeria dio luces de su nivel, pero en octavos de final Lionel volvió a apagarse.

Con Francia no fue el falso 9 que todos estaban esperando. Se perdió entre los centrales galos y cuando retrocedió a buscar el balón no pudo validar su condición de mejor jugador del mundo.

Saeed Khan I Agence France Presse
Saeed Khan I Agence France Presse

Si pensamos un poco, la imagen más recurrente de Messi en el Mundial fue la de su gesto preocupado, serio y nervioso. No estuvo feliz en casi ningún momento. Ante los africanos esbozó furia y un desahogo de meses, pero terminó triste, pues se sufrió demasiado para clasificar.

Quizás, los hinchas no lo entendieron. Quizás, sus compañeros no lo comprendieron. Y quizás, el propio Sampaoli no supo leerlo. Pero hoy nada de eso importa. Lo que Argentina quiere es que Messi no se vaya de la selección, que esta no sea una despedida anticipada para el mejor del mundo.

Por ahora, el silencio es la única respuesta a esa interrogante ¿Continuará? Nadie lo sabe.

Messi quiere morir siendo un héroe, pero a sus 31 años y esas cuatro finales perdidas con Argentina lo transformarán, quieran o no, en un villano. Y la historia hablará de aquello.

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