Ayer se disputó en Moscú la final del Mundial de Rusia 2018 entre Croacia y Francia, trofeo que conquistaron los galos tras imponerse por 4-2 a los croatas.

Coincidentemente, a la misma hora que comenzaba la definición futbolística, las selecciones femeninas de waterpolo de Francia y Croacia salían a la piscina en Barcelona para realizar los ejercicios de calentamiento.

Como si estuviesen en otro planeta, totalmente ajenas a la efervescencia y expectación de la Copa del Mundo, las jugadoras preparaban sus rutinas para enfrentarse. El encuentro estaba previsto para iniciarse una hora y media más tarde que el pitazo inicial en Moscú.

Ni siquiera los entrenadores estaban pendientes de Rusia. El técnico de las francesas, Florian Bruzzo, no escondía su fanatismo por el deporte rey.

“¿Qué no me gusta el fútbol?”, decía, enseñando su celular. En su fondo de pantalla aparecía la alineación del histórico PSG de 1993.

Sin embargo, debía estar concentrado en el partido de waterpolo. Hace meses que vienen preparándose para este cotejo, pues su objetivo es clasificarse para los próximos Campeonatos del Mundo, y para ello deben terminar entre los seis primeros del torneo europeo de esta disciplina.

“Llevamos preparando el campeonato desde el 30 de mayo, así que les he dicho a todas las componentes del equipo que nos olvidáramos del Mundial de fútbol. Claro que muchas de ellas lo siguen, pero el horario es el que es y nada podía distraernos de nuestro objetivo que era el de ganar a Croacia”, relató.

En la otra vereda ocurrió exactamente lo mismo. El técnico de las croatas, Dragan Matutinovic, es un fanático del fútbol, y pidió que cambiaran el horario de este encuentro para poder presenciar un hecho histórico: ver a su selección disputar por primera vez una final de un mundial de fútbol. Sin embargo, sus reclamos no tuvieron éxito.

Los que sí estuvieron pendientes de la final fueron los dos enviados especiales de Croacia en Barcelona.

Uno de los periodistas de Radio Zagreb relató que “el waterpolo femenino no tiene nivel ni tradición. Solo hay seis clubes en la liga croata y de ellos solo dos alcanzan un nivel alto”.

Por otro lado, el equipo masculino es el que acapara todas las miradas. Son campeones mundiales y ganaron la medalla de plata en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro.

Cuando el marcador sentencia la derrota croata (4-2), las francesas comienzan a adelantarse 3-1 en el waterpolo.

En la galería, solo ocho aficionados franceses presencian el encuentro, entre ellos el novio de Estelle Millot, la capitana del equipo.

“Entre que no hay mucha afición y que estaba la final del Mundial… Pero ha valido la pena”, relata a El País.

Finalmente Francia se quedó con el partido 17-6, como en el futbol, aunque no se jugó una final en Barcelona, solo la segunda fecha de la fase de grupos. Aún así el cotejo estuvo de infarto.