Después de pasar de héroe a villano en apenas unos minutos, el lateral brasileño de la selección rusa Mario Fernandes pidió perdón a sus compañeros por haber fallado uno de los penales que dejaron fuera a Rusia de las semifinales de ‘su’ Mundial al caer en cuartos este sábado contra Croacia.
“Hay que pedir perdón por fallar el penalti. Hay que asumirlo y pedir disculpas, aunque todos me dijeron que no era necesario, que somos un equipo y eso refuerza lo grandes que somos”, afirmó sereno a su paso por la zona mixta del Estadio Olímpico de Sochi.
El lateral del CSKA de Moscú llevó al delirio a la afición local gracias al cabezazo con el que alargó la vida de los anfitriones en el 115, forzando a la decisión por penales cuando Croacia creía tener el partido resuelto (2-2).
Pero apenas minutos después lanzó fuera el tercer lanzamiento de la tanda, dejando muy complicada la situación de Rusia, que acabó eliminada 4-3.
“Fue un momento de alegría en el momento del gol que llevó a los penaltis. Después tenía que lanzar, no podía huir de esa responsabilidad, tiré, fallé y acabamos perdiendo“, reconoció.
“Pero todo el grupo está tranquilo por la entrega y por el juego. Hoy perdimos, pero no faltó lucha y le agradecemos mucho el apoyo a la hinchada, que ayudó mucho”, afirmó.
Por ello, Fernandes, de 27 años y nacido en el interior de Sao Paulo, se va con una sensación positiva de esta Copa en la que los rusos superaron todos los pronósticos quedando a solo un paso de las semifinales.
“El sentimiento por todo es bueno, sé de la importancia de fallar un penalti, pero no puede borrar todo lo que hicimos”, resumió.