Brasil tocó el cielo, aplastó a Italia por 3-0 y sumó en Rio 2016 el tercer oro de su historia en el voleibol masculino, un triunfo para el delirio de una ‘torcida’ incondicional y en la ciudad del voley.
En control de principio a fin, los brasileños cerraron el partido con parciales de 25-22, 28-26 y 26-24, dejando a Italia una vez más en las puertas de la gloria olímpica.
“Es campeón”, el grito ensordecedor de una hinchada brasileña que lloró la derrota del equipo fememnino en cuartos de final y que recobró la alegría con el equipo del mítico Bernardinho.
En el podio, los jugadores también lloraron pero de alegría y emoción ante la mirada respetuosa de Italia, plata, y Estados Unidos, bronce.