En los Juegos Olímpicos del 2000 Eric Moussambani llamó la atención de todos en Sídney y el mundo por su insólito registro en la natación olímpica, cronometrando 1:52,72, en los 100m libres, pasando a la historia como el más lento en la disciplina.

El guineano llegó a las olimpiadas luego de recibir una invitación, al igual que en esta cita de los anillos lo hizo Robel Kiros Habte, un etíope que también concentró la atención de esta versión de los Juegos Olímpicos por ser el menos atlético de los nadadores.

No solo su desempeño llamó la atención de los seguidores de la competencia –1:04,95 en los 100m libres-, ya que su evidente sobrepeso no fue algo que precisamente se pasara por alto tan fácilmente, debido a la considerable diferencia con los demás atletas.

Habte, que terminó 17 segundos después de los mejores registros, fue invitado por la Federación Internacional de Natación a los JJ.OO., con el objetivo de promover el deporte en su país.

“Quería hacer algo diferente. En Etiopía todo el mundo corre, yo quería nadar, sin importar dónde acabara. Doy gracias a Dios por participar de mis primeros Juegos Olímpicos”, explicó el nadador de 24 años a Reuters.

Y lo logró, aunque tal como lo preveía fue el peor entre 59 participantes de la prueba, compitiendo en una serie de tres nadadores, junto a Jhonny Pérez Urea (República Dominicana) y Thibaut Amani Danho (Costa de Marfil).

Como era de esperar llegó después que sus rivales que cronometraron 51.50 y 52.78 respectivamente, siendo el único en completar la prueba en más de un minuto.

Habte alistándose para competir / La Capital

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