Una de las jugadores más reconocidas de la selección de fútbol femenino es Yanara Aedo. Pero el éxito actual de la delantera tiene que ver con una historia de mucho esfuerzo.

La temuquense reconoce que su gran pasión desde pequeña fue el fútbol. Que pasaba jugando todo el día y hasta que le gustaba ir al colegio porque en los recreos podía jugar tranquila.

Pero a la corta edad de 14 años, la exjugadora de Colo Colo debió tomar una importante decisión que iba a marcar su vida.

“Me vieron con 14 años de la selección, me dijeron que para poder estar en la selección me tenia que ir a Santiago”, recuerda. “Temuco es mucho más chico, la gente es mucho más tranquila. Fue difícil. En los primeros tres meses no había noche que no llorara. Llegaba del colegio, almorzaba, agarraba mis cosas e iba a entrenar con la selección y en la noche era llorar porque echaba de menos”, añade, en el microdocumental de Chilevisión, #Ellassonmundiales.

La seleccionada sufrió sola durante un tiempo por su pasión: el fútbol. “Sabía que si lo decía me tenía que devolver, entonces me lo trataba de aguantar hasta que empecé a hacer amigas, me empecé a acostumbrar y me empezó a gustar”, explica.

Aedo junto a sus compañeras de selección, con las que lleva varios años junta, están próxima a debutar en un Mundial de fútbol con la camiseta de Chile.

“Te emociona escuchar el himno, te dan ganas de llorar en el himno porque al ser fútbol femenino todo te ha costado el doble y haber clasificado a un mundial adulto es una sensación de mucha alegría”, cuenta Yanara Aedo.

“En este mundial de Chile que es primera vez que se clasifica, yo creo que es una forma para que las niñas que viene de abajo vean que sí se puede, que si les gusta no lo dejen de hacer”, cierra.