El pasado miércoles 11 de marzo, los ojos del mundo del deporte estaban puestos sobre la ciudad inglesa de Liverpool. El mismo día la OMS declaraba el coronavirus Covid-19 como una pandemia, en el estadio de Anfield, los ‘Reds’ recibían al Atlético de Madrid por la vuelta de los octavos de final de Champions League.

El cuadro inglés, actual campeón del torneo, debía dar vuelta un 0-1 en contra en el partido de ida y, el nivel de ambos equipos, anticipaba un partidazo. Finalmente, fue una victoria 3-2 para los de Madrid en tiempo extra, lo que clasificó a los ‘colchoneros’.

Sin embargo, el encuentro no estuvo exento de polémica fuera de la cancha. El coronavirus ya causaba estragos en España y, en Inglaterra, temían por la llegada de hinchas españoles a presenciar el encuentro.

A esa altura, el gobierno hispano había decretado el cierre de los centros educativos durante al menos dos semanas, cuando el número de infectados se duplicara hasta 1.204 personas con 28 fallecidos.

Por lo mismo, desde el Atlético llamaban a sus hinchas a no llegar hasta Liverpool. “No se recomienda el movimiento que no responda a razones inaplazables de madrileños fuera de su comunidad y esto afecta a la salida a otro país”, fue el mensaje de los ‘colchoneros’ a los 3.000 fanáticos que aguardaban viajar a suelo británico.

Pese a las medidas en España y al temor que ya existía en Liverpool, la UEFA declinó adoptar medidas y confirmó que el partido se jugaría con normalidad. A la misma hora y el mismo día, el PSG recibía al Borussia Dortmund a puertas cerradas en París.

El ente rector del fútbol europeo, hasta ahora, no aclaró los motivos para jugar un duelo con 54.000 espectadores y otro sin público, pero la trascendencia del duelo habría sido clave.

Diego Simeone, DT de los madrileños, comentaba en la previa que “se escuchan rumores. Ojalá se juegue con gente. No seria justo para el Liverpool. Opinar no sería justo. El favoritismo de jugar de visitante no va de la mano con esta enfermedad que nos afecta a todos. No tenemos mucha fuerza para tomar decisiones”.

Paul Ellis | Agence France-Presse
Paul Ellis | Agence France-Presse

“No fue inteligente dejar que se llenara de españoles”

A la larga, la derrota no fue lo único doloroso del paso del Atlético por Inglaterra. Un día después del partido, las consecuencias del coronavirus azotaban a la ciudad de Merseyside.

El jueves 12, se conocían 10 casos positivos de Covid-19 en la cuna de Los Beatles y la cifra ha crecido de manera exponencial.

Por lo anterior, Joe Anderson, alcalde de Liverpool, apuntó en las últimas horas al citado encuentro como el culpable del brote de coronavirus que mantiene en vilo a sus representados.

“El club español viajó a Anfield para un encuentro de la Liga de Campeones el 11 de marzo, y miles de sus seguidores se unieron a ellos en el viaje a Liverpool”, indicó la autoridad al medio local Echo.

“En ese momento, Madrid ya estaba experimentando un brote agudo de coronavirus y el Atlético de Madrid había recibido la orden de jugar partidos en su propio terreno a puerta cerrada”, complementó Anderson.

Finalmente, el alcalde de Liverpool argumentó que “muchos cuestionaron la decisión en ese momento, pero la UEFA y el gobierno del Reino Unido no impusieron ninguna restricción para que el partido se desarrollase normalmente”.

Twitter | @Atleti
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“Fue vergonzoso y ahora estamos sufriendo las consecuencias en Liverpool”

En la actualidad el Reino Unido, donde los ‘Reds’ son uno de los pocos equipos con hinchas en todos lados, registra en total de 11.658 casos positivos y 578 fallecidos.

El número podría ser menor, si el juego no se hubiese disputado. Al menos así lo considera el exjefe de Salud Pública de Liverpool, John Ashton.

Ashton, precisamente un fanático declarado del club inglés, reclamó por la realización del juego. “Fue vergonzoso y ahora estamos viendo las consecuencias de eso en Liverpool”, afirmó.

“Podemos esperar otra ola de infecciones después de esta debido a quiénes fueron esos aficionados. Y habrá tiempo para recriminaciones más tarde. Sin embargo, ahora debemos aprender las lecciones de por qué seguimos siendo lentos para hacer lo que se necesita en este país”, agregó.

La voz de Ashton es una que tiene mucho peso en la hinchada del Liverpool, quienes lo consideran un héroe. ¿El motivo? El 15 de abril de 1989 acudió como fanático ‘Red’ al duelo en que ocurrió la denominada “Tragedia de Hillsborough”, donde acabaron perdiendo la vida 96 personas luego que cedieran unas barreras del estadio. Ese día Ashton, en su rol de médico, se pasó a la cancha y atendió a los heridos.

“Lo que ocurrió (Liverpool-Atlético) fue patético”, acotó en entrevista con The Guardian, haciendo hincapié en que, pese a que él podía ir al estadio en su calidad de abonado, prefirió no hacerlo por el gran número de hinchas españoles que llegarían.

Paul Ellis | Agence France-Presse
Paul Ellis | Agence France-Presse

“Se elevó el riesgo innecesariamente dentro de Liverpool y fue extremadamente irresponsable”

Uno que sí estuvo presente en el mítico recinto deportivo fue Dan Wakefield, seguidor acérrimo del conjunto inglés, quien fue al partido a pesar de una discapacidad en su espalda que lo tiene en silla de ruedas.

Wakefield, de 33 años, ha sido una de las voces de hinchas que se han hecho sentir por estas horas. “Me podría dejar particularmente vulnerable a este virus”, admite con temor y angustia, luego de enterarse de que el coronavirus es más letal con aquellos que presentan alguna otra patología.

“Esto elevó el riesgo innecesariamente dentro de Liverpool y fue extremadamente irresponsable”, añadió furioso a The Guardian.

El fanático reconoce que en la previa temía a contagiarse. “Pensé que era terrible que a los partidarios de Madrid se les permitiera venir a la ciudad, mezclarse en los pubs, restaurantes, hoteles y en el transporte público, y potencialmente transmitir el virus a muchas personas cuando su propia ciudad se estaba convirtiendo en un importante punto de contagio europeo”. Sin embargo, la pasión venció a la razón y acudió a su segunda casa de todas formas.

Dan Wakefield es uno de los tantos hinchas que, mientras reclaman contras la autoridades por las nulas restricciones, seguramente también se preguntan por estos días si fue necesario ir al estadio. Mientras tanto, la UEFA y el gobierno inglés solo se limitan al silencio en este caso.