El príncipe Carlos fue el primer miembro de la familia real británica en ser contagiado con coronavirus. En comunicado de su casa real Clarence House, se reveló que el príncipe de Gales, de 71 años, tiene síntomas leves de Covid-19 “pero por lo demás se mantiene en buena salud”.
Por su parte, Camilla Parker Bowles, esposa de Carlos, también se realizó el test pero ella no tiene el virus.
Sin embargo, la mayor preocupación es por la reina Isabel II, quien tuvo contacto con Carlos 13 días antes de la confirmación del contagio de su hijo. “La reina vio por última vez al príncipe de Gales brevemente tras la audiencia del 12 de marzo, y está siguiendo todos los consejos para garantizar su bienestar”, afirmaron en la declaración.
Debido a su edad, la monarca de 93 años se encuentra dentro del grupo de riesgo de contagio, por lo cual adelantó su tradicional viaje al castillo de Windsor, donde suele pasar semana santa.
Isabel II partió el jueves pasado al palacio ubicado en Berkshire, donde permanecerá en aislamiento por los próximos días.
Y es que no sólo se teme por un posible contagio por parte de Carlos, sino que este martes también se confirmó que un funcionario del palacio de Buckingham había dado positivo por el virus a principios de la semana pasada, antes de que la Reina partiera de viaje.
Hasta el momento se desconoce si el trabajador estuvo en contacto con la monarca u otros miembros de la familia real, sin embargo, se puso en cuarentena preventiva a todos los demás funcionarios que estuvieron con el paciente contagiado.
“En línea con la orientación adecuada y nuestros propios protocolos, hemos tomado las medidas necesarias para proteger a todos los empleados y personas involucradas”, aseguró un vocero del palacio.
No obstante desde Clarence House aseguraron que “su Majestad la Reina tiene buena salud y está siguiendo todos los consejos apropiados con respecto a su bienestar”.
También se desconoce si la monarca se realizó el test para saber si se encuentra contagiada o no, pero de todas formas se mantiene aislada sin visitas ni siquiera de su familia más cercana.
De hecho, su reunión semanal con el Primer Ministro dejó de ser presencial y se está realizando por teléfono, además de obviamente haber cancelado todos sus compromisos.
Según el diario Daily Mail, la monarca y el duque de Edimburgo, quien fue trasladado en helicóptero desde su residencia en Sandringham al Castillo de Windsor, “están siendo atendidos por sus dos empleados favoritos, que forman parte de un equipo de ocho personas. Al resto de sus más de 100 trabajadores se les ha dicho que se vayan a casa para proteger tanto a la jefa de estado como a ellos mismos”.
La semana pasada la Reina emitió una declaración escrita por la pandemia que azota al mundo y que cobrado miles de víctimas en todo el mundo.
“Mi esposo Felipe y yo sabemos que muchas personas y familias en todo el Reino Unido y en todo el mundo sienten una gran preocupación e incertidumbre. Se nos recomendó cambiar nuestras rutinas habituales y patrones de vida regulares para el bien de las comunidades en las que vivimos. Esta decisión la tomamos para proteger a los más vulnerables dentro de ellas”, dijo.
“Recuerdo que la historia de nuestra nación ha sido forjada por personas y comunidades que se unen para trabajar como una sola”, dijo.
“Estamos enormemente agradecidos por la experiencia y el compromiso de nuestros científicos, médicos y servicios de emergencia; ahora más que nunca, todos tenemos un papel vital que desempeñar como individuos. Hoy y en los próximos días, semanas y meses”, añadió.
“Muchos de nosotros necesitaremos encontrar nuevas formas de estar en contacto unos con otros y asegurarnos de que los seres queridos estén seguros», enfatizó. “Estoy segura de que estamos a la altura de ese desafío. Pueden estar seguros de que mi familia y yo estamos listos para desempeñar nuestros papeles frente a esta nueva situación”, finalizó.
A muchos les llamó la atención que dicho mensaje fuera escrito en lugar de televisado como es la costumbre, sin embargo, esa fue una decisión tiene relación con los resguardos de ella.
Según la experta en temas reales Victoria Arbiter, los consejeros de la Reina querrían limitar el número de personas que se acerca a ella. “Sabemos que cuando la Reina da un mensaje en televisión, hay mucha gente involucrada. Hay iluminación, sonido, cabello, maquillaje, productores y directores… lo que era un riesgo”, explicó y agregó que probablemente también querían mantener los pasillos del palacio despejados.
Sin embargo, rumores aseguran que de empeorar aún más la situación en Reino Unido, la Reina se verá obligada a entregar un mensaje televisado para tranquilizar a su nación.
