Funas, tomas de locales de rendición, filtraciones de facsímiles, protestas y diversas descoordinaciones de los encargados del proceso de aplicación fueron el escenario de la malograda rendición de la Prueba de Selección Universitaria (PSU) del 2020, que hoy culmina con la publicación de los resultados para los casi 300 mil estudiantes que participaron en la fracasada medición.
Junto con lo anterior, también hoy se da el vamos al periodo de postulación a la Educación Superior para los estudiantes que calificarán para acceder a alguna de las casas de estudio del país, a través del agotado proceso de selección de este año.
Es así que debido a los inconvenientes, diversas organizaciones estudiantiles creen que se trató de un proceso completamente “viciado”.
Esto, luego de que el estallido y la crisis social obligara a modificar las fechas para dar la prueba en tres ocasiones, provocando complicaciones a muchos estudiantes que fueron asignados para rendirlas en sedes alejadas de sus comunas.
Además, con la conocida filtración del facsímil de Historia, Geografía y Ciencias Sociales, lo cual motivó a que el Consejo de Rectores de las Universidades Chilenas (Cruch) finalmente cancelara el examen impidiendo a cerca de 202 mil alumnos rendirlo.
¿Anularse?
Para Valentina Miranda, vocera de la Confederación Nacional de Estudiantes Secundarios, el proceso de admisión estuvo tan alterado que debería anularse por completo.
Además, la representante estudiantil señaló que la frustración asociada a estas dificultades será el foco de las movilizaciones universitarias este año.
La dirigenta de estudiantes indicó que “las autoridades del Ministerio de Educación, principalmente la ministra Cubillos, son los principales responsables de que este proceso se haya llevado de manera tan irregular. Debería ser un proceso que debería anularse. Van a tener una generación de estudiantes que van a entrar a la universidad con una frustración increíble”.
Agregó que “creo que por ahí va a ir la movilización universitaria del 2020”.
En el mismo sentido, Emilia Schneider, presidenta de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile, señaló que no se debe perder el foco respecto a lo segregadora que sigue siendo la prueba de selección.
“Este proceso está sumamente viciado, su legitimidad es bastante cuestionable por todas las circunstancias que se dieron. La presencia de carabineros, una serie de situaciones que hace complejo que este proceso se tome en cuenta de la misma forma que los anteriores”, explicó Schnedider.
A lo anterior, la misma dirigenta estudiantil destacó que “esto no implica que eludamos el debate de fondo. Hacernos cargo que hoy tenemos un sistema educativo con una prueba de selección sumamente segredadora”.
Desde la academia
Por su parte Cristina Moyano, experta en educación y académica de la Universidad de Santiago, observa que el cambio no solo debe estar enfocado en la prueba de selección, sino que en una mejor ponderación que considere restarle peso al instrumento de evaluación.
“No solo deben haber modificaciones sustantivas a la PSU, que tiene que mejorarse. Es la ponderación que implica el ránking y el NEM, por lo tanto que la PSU valga un porcentaje menor, que permita discriminar ciertas habilidades y competencias que necesitan los estudiantes para llegar a la universidad”, dijo la catedrática.
De igual forma, la directora del departamento de Historia de la USACH, cree que es importante que se converse sobre el rol de las universidades estatales en el proceso y cómo estas pueden ampliar su nivel de matrículas para los estudiantes en el mediano plazo.
Con la oficialización de los resultados de la PSU, se espera que durante esta misma jornada, el Cruch haga un balance del proceso de selección universitaria de este año.
