Este viernes arranca la cuarta fecha del Campeonato Nacional 2020, con el partido entre Unión La Calera y Deportes La Serena en el estadio Nicolás Chahuán de la ciudad ‘cementera’.
Y si bien lo más destacado será el clásico entre Colo Colo y Universidad Católica, otra arista marcará el fin de semana: los partidos sin hinchas visitantes.
El encuentro en el Estadio Monumental no tendrá hinchas cruzados, al igual que el estadio Elías Figueroa de Valparaíso, hasta donde no podrán llegarlos fanáticos de Universidad de Chile para su cotejo ante Santiago Wanderers.
“La medida se tomó con el objetivo de resguardar la seguridad de los hinchas locales, tomando en cuenta los sucesos de violencia generados en partidos que recientemente se han disputado en diversos estadios del fútbol chileno”, justificó la gobernadora (s) de la Provincia de Valparaíso, Leslie Briones.
La postura se repite. En la tercera fecha, Everton anunció que no recibiría a fanáticos de Coquimbo Unido en Viña del Mar, luego de los incidentes provocados por hinchas ‘piratas’ en el primer duelo de la segunda fecha, pidiendo justicia por la muerte del colocolino Jorge Mora, fallecido luego de ser atropellado por un camión de Carabineros.
La radical decisión de las autoridades recuerda lo vivido en Argentina a partir de 2013, cuando la violencia en los estadios, principalmente entre hinchadas, derivó en que el público visitante se eliminara de los principales torneos trasandinos.
En el vecino país, la medida se adoptó luego de que un efectivo de la Policía causara la muerte de Javier Gerez, hincha de Lanús. El fanático recibió un disparo de balines de goma a corta distancia, en medio de incidentes en el estadio Único de La Plata.
Al otro lado de la cordillera, la implementación influyó en la reducción de fallecidos en eventos deportivos. De acuerdo a datos de Depor, la violencia en los estadios bajó en los últimos años en Argentina: luego de contabilizar 18 muertos en 2014 la cifra bajó a seis en 2017 y una sola víctima en 2018.
La diferencia, en comparación a nuestro país, es que los hechos que derivaron en la prohibición no han sido por incidentes entre barras, sino que de hinchadas invadiendo los campos de juego o enfrentándose a guardias y personal de Carabineros.
Las violentas jornadas en los estadios
Tras el estallido social del 18 de octubre realizar una fecha con normalidad en la primera división del fútbol chileno se ha convertido en un verdadero problema.
Cronológicamente los incidentes en los estadios comenzaron con el partido entre Unión La Calera y Deportes Iquique en el Bicentenario de La Florida el 22 de noviembre de 2019, cuando desde la ANFP aseguraron estar las condiciones para continuar el campeonato.
Esas aseveraciones quedaron en nada luego de que encapuchados con vestimenta de Colo Colo ingresaran a la fuerza al estadio cuando corría el minuto 21 del segundo tiempo. Rompieron las rejas del recinto, intentaron ingresar al campo de juego y obligaron a suspender el partido. Tras eso, el torneo 2019 se iba a dar por finalizado.
Este año la primera fecha marchaba con cierta normalidad, hasta que en el último partido de la jornada, un hincha colocolino falleció a la salida del estadio Monumental luego de ser atropellado por un camión de Carabineros.
Lo anterior provocó una nueva reacción social, que alimentado por el polémico argumento de la magistrada Andrea Acevedo para determinar la medida cautelar sobre el carabinero formalizado, propició un incómodo ambiente.
Así, el primer partido de la segunda fecha, que enfrentaba a Coquimbo y Audax Italiano el 31 de enero, debió ser suspendido por algunos hinchas que ingresaron a la cancha.
Cerca de 40 personas ingresaron al campo de juego burlando la seguridad portando lienzos, fuegos de artificio y varios objetos contundentes. Un camarógrafo, un reportero gráfico y guardias de seguridad resultaron lesionados por estos hechos.
El día después, en el estadio Nacional, hinchas de Universidad de Chile en el partido ante Curicó Unido amagaron con volver a causar una suspensión, pero el ingreso de algunos fanáticos fue controlado por personal de seguridad.
El 2 de febrero los hechos de violencia se volvieron a hacer presentes, esta vez en el estadio San Carlos de Apoquindo. El inicio del partido se atrasó por cerca de 20 minutos debido a algunos hinchas que causaron desmanes a la entrada del recinto y adentro, tratando de ingresar al campo de juego.
Solo dos días después, en el estadio Nacional, el fútbol chileno daba un lamentable espectáculo al continente, con un incendio en una de las galerías del recinto ñuñoíno mientras se disputaba el partido entre la Universidad de Chile y el Inter de Porto Alegre.
En la última fecha se registraron incidentes entre hinchas de Colo Colo y Carabineros antes del inicio del partido entre albos e itálicos.
En todos los casos mencionados anteriormente, no hubo enfrentamientos entre público local y visitante.
Acusaciones mutuas entre Colo Colo y la UC
Desde Colo Colo lamentaron que los hinchas visitantes vuelvan a ausentarse del estadio Monumental en un partido contra Católica, y a través de un comunicado culparon a los dirigentes cruzados por la iniciativa que tomó la Intendencia Metropolitana.
“La medida de jugar sin público visitante fue presentada ante la autoridad, en más de una oportunidad, por dirigentes y ejecutivos de Universidad Católica apelando al principio de reciprocidad. Esto quiere decir que Colo Colo debería aceptar jugar sin sus hinchas en San Carlos de Apoquindo para que la medida fuera aplicada”, aseguraron.
En tanto, desde Universidad Católica replicaron que “en ningún momento solicitó a la Intendencia, ni manifestó a directivos de Colo Colo disputar el partido sin público visita. Lo único que señalamos -y que mantenemos- es que si por motivo del comportamiento de la hinchada local la autoridad disponía que el partido fuera sin público visita- solicitábamos que por un criterio de justicia deportiva la misma medida debía aplicarse en el partido de vuelta en San Carlos de Apoquindo”.
“Desconocemos los motivos e intenciones de Colo Colo para hacer este tipo de aseveraciones, que no se ajustan a la realidad de los hechos y que al final solo generan animadversión entre clubes e hinchadas, en momentos en que el fútbol requiere más que nunca unidad”, complementaron.
De cualquier manera, queda la interrogante abierta… ¿seguirán estas condiciones como una constante en el fútbol chileno?.
