Chile Vamos se encuentra dividido respecto del proyecto que propone terminar con el receso legislativo durante febrero, tras argumentar que esto afectaría a todo el personal del Congreso. En la oposición, la bancada socialista apoyó la iniciativa por considerar que contribuiría a la tramitación de normativas que requieren mayor celeridad.

La idea de que el Congreso continúe su trabajo durante febrero, atendiendo a la contingencia y necesidad de tramitar proyectos de relevancia social, ha generado discusión entre parlamentarios de oposición y oficialismo.

Incluso, organizaciones sociales aludieron a que este receso podría contribuir a una reflexión por parte de los legisladores, para volver en marzo con mayor claridad.

No obstante, a pesar de que fue un diputado de Renovación Nacional, Andrés Celis, quien ingresó el proyecto de ley, parlamentarios de la UDI desestimaron la iniciativa asegurando que afectaría también al personal del Congreso, manteniendo dividido a Chile Vamos.

Esto último, luego de que el propio diputado Celis reviviera la discusión, tras solicitar al presidente Sebastián Piñera y al diputado DC Iván Flores, quien preside la Cámara Baja, que se le otorgue mayor celeridad al proyecto.

Sobre su propuesta, el legislador RN destacó que “el llamado receso parlamentario no existe, no hay norma ni a nivel legal ni reglamentario que defina que en febrero el Congreso no trabaja; aquello es sólo una práctica administrativa consensuada que debe terminar”.

Asimismo, argumentó que “las condiciones por las que atraviesa el país hacen intolerable que un Poder del Estado como el legislativo deje de funcionar durante todo un mes. Lo anterior exalta los privilegios de unos pocos e ignora el sentido de urgencia que se requiere para superar la contingencia nacional. Yo propongo lo justo, que tengamos las mismas vacaciones que todos, ni más ni menos”.

Celis también indicó que se respetarían los derechos adquiridos por los funcionarios de la Corporación.

Diputado Andrés Celis | 	Leonardo Rubilar | Agencia Uno
Diputado Andrés Celis | Leonardo Rubilar | Agencia Uno

El diputado Manuel Monsalve, jefe de la bancada del Partido Socialista, aseguró que si este trabajo les permite avanzar en proyectos relevantes para la sociedad, como la reforma a las pensiones, estará a favor de continuar el trabajo durante febrero.

“Yo soy partidario de que el Congreso se cierre todo lo que sea necesario para avanzar en la Agenda Social. En la medida que podamos avanzar en materia de reformas al sistema de pensiones y reformas al sistema de salud, yo estoy por seguir sesionando”, señaló.

Por el contrario, el diputado UDI Patricio Melero consideró mejor idea retomar el trabajo la última semana de febrero, debido a que la medida afectaría a todo el personal del Congreso y no solo a los parlamentarios.

“El Congreso no lo formamos solamente los diputados y los senadores, sino que también más de 800 funcionarios que requieren tener vacaciones y no tienen otro mes para hacerlo que no sea febrero”, apuntó.

“Creo que se puede avanzar mucho las dos semanas que restan de enero, y sería partidario de volver la última semana de febrero a objeto de agilizar más los trámites”, añadió.

Camara de Diputados | 	Pablo Ovalle | Agencia Uno
Camara de Diputados | Pablo Ovalle | Agencia Uno

Desde la Mesa de Unidad Social, el vocero de la coordinadora No+AFP, Mario Villanueva, dijo que no tendría sentido trabajar de corrido durante el mes que viene, si los legisladores continuarán haciendo lo mismo, y consideró mejor que tomen un tiempo de reflexión.

“Lo que corresponde hoy día es que tanto el Congreso, los parlamentarios, incluso los partidos políticos, mejor que aprovechen el mes de febrero para entrar en una profunda reflexión sobre lo que ha pasado en el país durante estos 90 días”, cuestionó.

“Si van a seguir trabajando durante estos meses siendo más de lo mismo, no tiene sentido que sigan trabajando durante el mes de febrero”, sentenció el dirigente.

El proyecto fue presentado el 2 de enero y sugiere modificar la Ley Orgánica del Congreso Nacional, eliminando el receso e igualando las vacaciones de los parlamentarios a las del Estatuto Administrativo, que rige a los trabajadores del sector público.