Después de la contundente victoria ante Japón en el debut por Copa América, en la interna de La Roja se respira un aire de mayor tranquilidad.

Atrás quedaron las disputas entre varios referentes del plantel y eso está a la vista. Reinaldo Rueda se ve más distendido cuando habla con la prensa y tanto Medel como Vidal han ‘allanado’ el camino para una posible reconciliación con Claudio Bravo.

Dicen que goles son amores, pero lo cierto es que hay otros factores que explican este cambio de ambiente en el equipo. Uno de ellos es el trabajo que realiza Orlando Caicedo.

Se trata de uno de los hombres de confianza de Rueda, que cumple la labor de sanador pránico del equipo. Entre sus funciones está limpiar las malas vibras y cargar de energía positiva los recintos donde juega Chile.

Según consignó La Tercera, también realiza un trabajo especial con los jugadores, analizándolos en su rutina diaria dentro de la concentración para detectar a quienes se ven más afectados desde un punto de vista sicológico, comunicárselo a Rueda y buscar rápidas soluciones.

Desde el citado medio indicaron que Rueda “lo trajo para que le ayudara a recomponer un camarín quebrado por la división entre algunos de sus referentes como Arturo Vidal con otros líderes como Claudio Bravo y Marcelo Díaz. Caicedo, de hecho, habló con Carepato”.

Su labor es muy valorada dentro del plantel y así lo confirmó Igor Lichnovsky, indicando que “nos hace bien. Él está presente al igual que el cuerpo técnico. Siempre está disponible para conversar. Estar en un torneo como este, encerrado, te va cansando y creo que él siempre tiene la palabra correcta, por su profesión, para darte un consejo diferente”.