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Roberto Fantuzzi: "No podría trabajar en una embajada porque todos me conocen por lo roto que soy"

Sábado 16 octubre de 2021 | 07:00

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Edición: Jaime Silva

El reconocido empresario y dirigente gremial hace una radiografía a la situación política-económica en Chile y recuerda el cuestionado regalo de una muñeca inflable a un ministro de Estado: "Casi me costó el divorcio eso", confiesa. Y apunta sus dardos a las entidades financieras. "La banca es el alacrán con respecto a la rana, en algún momento van a atravesar el río pero le va a enterrar el aguijón seguro", lanza.

“El cáncer que hay que extirpar en Chile es la concentración económica”, señala enfáticamente Roberto Fantuzzi, fundador y presidente de ASEXMA (Asociación de Exportadores y Manufacturas). A sus 78 años, el empresario está convencido que aún restan muchos casos de colusión por destapar.

Conocido por su extensa carrera ligada a las empresas, pero también por sus excéntricos regalos con los que solía sorprender a todo tipo autoridades, Fantuzzi -en conversación con BioBioChile- hace un mea culpa por el famoso episodio de la muñeca inflable.

“Hay que valorizar que si yo he dado mil regalos, claro, me puedo caer en alguno, por supuesto. Y ahí me caí, me saqué la mugre”, se lamenta.

En esta entrevista, el extrovertido empresario se pasea por diferentes temas: las utilidades de la banca, las colusiones, las elecciones presidenciales, el aumento de la inflación y el ajetreado fin del gobierno de Sebastián Piñera.

A su vez, critica el rol secundario que tiene el Ministerio de Economía, al que califica como una tijera de goma: “No corta nada”.

Mejorar el salario mínimo

-Usted se ha quejado de que hay quienes dicen que en Chile no podemos exportar productos elaborados, cuando -según ha mencionado en sus redes sociales- hay muchos productos manufacturados en Chile que se exportan. ¿Cree que nos falta creernos más el cuento?

No es solo creernos el cuento, la verdad es que no es tan fácil exportar. Existía un señor que se llamaba Gustavo Rando que contaba que el primer año hay que dar a conocer el producto, el segundo año visitar ferias que hoy ya no existen por la pandemia, etc. Es de larga maduración.

En mi opinión, uno de los grandes fracasos del modelo es que la estructura exportadora no cambió en los últimos 40 años. Seguimos de alguna manera dependiendo de los productos primarios. Casi el 60% de las exportaciones sigue siendo cobre, litio o pescado y así sucesivamente. La pequeña y mediana empresa en Chile se ha ido debilitando.

-Entonces…

Date cuenta que hace 30 años éramos el 50% del PIB, pero hoy no somos más del 15%. Y esto produce no sólo un problema social sino que de carácter político, porque las pymes reparten propiedad y esto no se está dando. Teníamos un porcentaje similar a otros países del mundo y hoy día no tenemos más del 47% de trabajadores.

Es un sector que era muy importante para la estabilidad social de un país, pero hoy día está totalmente debilitado y va a seguir debilitado si no se hacen políticas de industrialización. En Francia, por ejemplo, se le va a poner mucho acento al desarrollo tecnológico para el sector industrial. ¿Por qué es tan importante en Alemania el indicador de pedidos a fábrica? ¡Los pedidos a fábrica son fundamentales! La tecnología puesta a la industria se llama eso.

Y lo segundo, en mi opinión personal, es que vamos a tener siempre inestabilidad social si no logramos mejorar nuestro salario mínimo. No podemos seguir con 350 mil pesos creyéndonos el cuento y tener un ingreso per capita de 30 mil dólares. Eso te dice que hay un grado de diferenciación enorme dentro de la sociedad.

Lo dijo un italiano el otro día: la pobreza es una cosa y las diferencias son otra. Hay que trabajar en las dos áreas, la diferencia es más en términos políticos.

Y lo otro, jamás vamos a tener un salario mínimo digno si no somos capaces de incorporar valor agregado a nuestras materias primas. Corea del Sur, por ejemplo, era más pobre que Chile… ¡que Chile! Y hoy día es muy superior. ¿Por qué? Primero, porque invirtieron en educación. Y al hacer eso, tienes valor agregado. El estado jugó un rol importante. Nosotros a veces pensamos que el estado tiene que ser lo más chico posible. Si no somos capaces de incorporar valor agregado a lo que estamos haciendo, jamás vamos a tener un salario mínimo digno.

“Cojos en lo social”

-Usted ha criticado la cultura empresarial existente en Chile, la que, a su juicio, no permite al trabajador pensar. ¿Qué cambiaría al respecto?

La verdad es que si estamos en productos primarios, es cosa de ver las líneas de producción de los productos primarios. Hay tecnología detrás, no estoy diciendo lo contrario, al exportar cobre hay mucha tecnología, hoy los camiones se manejan desde Providencia aquí en Santiago. Pero no es el valor agregado que uno piensa de miles de profesionales, ingenieros, etc.

El mundo de las empresas ha sido terriblemente exitoso en lo económico, y hemos estado cojeando en lo social. Y en lo social hay que invertir. Cuando yo escucho que uno de los ejes es la paz social, efectivamente, tenemos que pensar que el sector privado tiene que invertir en educación, salud, vivienda, tercera edad. ¿Por qué la tercera edad va a ser desvalorizada? En los países desarrollados los de tercera edad entregan sabiduría, pero aquí en Chile se destinan a la última pieza de la casa. Allá es un capital, pero aquí no, es al revés.

-La Fiscalía Nacional Económica recomendó en un informe que Gasco, Abastible y Lipigas no distribuyan gas a sus consumidores finales. Teniendo en cuenta caso de colusión en otras industrias, ¿cree que aún quedan muchos casos que faltan por desenmascarar?

Faltan muchísimos. El cáncer que hay que extirpar en Chile es la concentración económica. ¿Por qué? Porque la concentración económica mató el modelo. Todos creíamos que teníamos economía social de mercado, pero en la mayor parte de las actividades no existen más de tres actores.

Somos un país chico en el que todos nos conocemos, todos estudiamos en el mismo colegio, vamos a los mismos restaurants. La probabilidad es muy alta de ponerse de acuerdo. Y son tres o cuatro actores, en todas las actividades que te imaginas, existen muy pocos. Entonces, efectivamente es un cáncer que hay que extirpar, y yo no lo he visto en las discusiones presidenciales. Esto mata al mercado.

-La banca acumuló utilidades por casi 2.500 millones de dólares sólo en el primer semestre de 2021. En julio, en tanto, aumentaron sus utilidades en un 150%. Usted ha señalado que hay quienes creen que el chancho está mal pelado. ¿Cuál es la visión de usted?

Yo creo que se dio la teoría de la rana con el alacrán. Los bancos están para dar utilidades y se les entregó todo el manejo de las renegociaciones del país a los famosos FOGAPE administrados por la banca. ¿Y qué hizo la banca? Si es lógico, si esa es su pega: le prestó plata a aquellos que eran clientes suyos para poder salvarlos y así recuperar su plata. Quedaron muchos en el camino pero claro, sus utilidades van a ser fabulosas.

Empresas que no estaban garantizadas lograron una garantía del Estado que es súper buena. Mira, la banca se comporta de acuerdo a sus exigencias, la banca es el alacrán con respecto a la rana, en algún momento van a atravesar el río pero le va a enterrar el aguijón seguro.

Repartición y cuotas

-¿Cree que las utilidades de algunas compañías debieran repartirse entre los trabajadores?

Esta discusión es eterna. José Luis del Río la hizo en Fríosur, una pesquera en la que entregaron acciones a los trabajadores y participación en el directorio. Si uno define empresa como empresario que pone el capital financiero más el trabajo, que es el capital humano, más el cuidado al medioambiente, yo creo que tenemos que tratar de hacer convivir la empresa, no que nos veamos como enemigos entre empresarios y trabajadores. Es matar la gallina de oro, porque tenemos que convivir. No podemos vernos como enemigos.

Ahora, ser director de una empresa no es fácil, hay que estudiar mucho, y yo creo que se ha demostrado, por ejemplo el caso particular de Friosur, o el mismo Codelco, en dónde los trabajadores participan en el directorio y por lo que he escuchado, lo han hecho bien. Esto no es nuevo, es viejo.

-Hace unos meses Gabriel Boric propuso promover mayor participación de los trabajadores y equidad de género en los directorios de las empresas. ¿Es posible impulsar estos cambios?

Poniendo las reglas claras, todo es posible. Y si somos capaces para lograr la paz social, porque hay que invertir, los trabajadores juegan un rol. Y ese rol se puede hacer convivir si ellos se sienten partícipes del sistema, y una manera de sentirse partícipe del sistema es ser director, pero requiere de responsabilidades. Esta cuestión no es tan fácil. Y en cuanto a la paridad, se va a dar por la naturaleza misma pero efectivamente el primer paso no es fácil.

“Casi me costó el divorcio”

-Usted es conocido por su sentido del humor, haciendo regalos metafóricos a autoridades… como el farol que le envió a Bachelet cuando era Presidenta para que intentara iluminar Chile, o el pegamento instantáneo que le obsequió a Piñera hace años para que uniera las divisiones del país. ¿Qué le regalaría a Piñera en estos momentos?

No me atrevería a sugerir nada… quizás un bastón para que se levante jajaja… pero es complicado. Te voy a contar una anécdota: hace poco me regalaron tres mil zapatos, pero no el par, sino que EL zapato. Esa noche no pude dormir porque pensaba ‘¿qué puedo hacer con un zapato?’. Finalmente se me ocurrió una idea, y ahora estoy regalando los zapatos con un panfleto que dice: Los zapatos son como los políticos: hay de izquierda y de derecha. Ambos son importantes para caminar. Muestran tendencias. Algunos de ellos se usan mucho, otros muy poco. Se coordinan y tienen un destino. En las próximas semanas sepa que el zapato se coloca, vote por los que sirven más al país ya que lo van a acompañar por mucho tiempo’. Y regalo un zapato con el slogan, porque todos los chilenos tenemos que saber muy bien por quién vamos a votar.

-Su humor le ha jugado algunas malas pasadas, convirtiéndose en tendencia en redes en el pasado. Eso pasó, por ejemplo, con la muñeca que le regaló al entonces ministro de Economía Luis Felipe Céspedes.

Casi me costó el divorcio eso.

-¿Se arrepiente de aquel episodio? ¿Le da vergüenza recordarlo?

Por supuesto, fue un error garrafal. Pero date cuenta que también hay que valorizar que si yo he dado mil regalos, claro, me puedo caer en alguno, por supuesto. Y ahí me caí, me saqué la mugre. Estoy más caído que alguien que es presidente hoy día.

-Después de la polémica usted explicó que había hablado una hora en la presentación sobre la importancia de las mujeres, pero que finalmente toda la gente se quedó con lo último.

Claro, pero fue injusto. Yo reconozco que fue un error mayúsculo, pero también hay que ponerlo dentro del contexto general. Efectivamente ya en ese momento estábamos creciendo a tasas bastante bajas, necesitábamos estímulos. Y todavía me atrevo a decir que nos falta cómo reactivar la economía. Date cuenta hoy día el Banco Central con este aumento de la tasa. En mi opinión, estas modificaciones muy significativas, lo único que indican es que (Mario Marcel, presidente del Banco Central) no tomó las medidas adecuadas cuando correspondía.

Se están tomando medidas retardadas, porque él tenía antecedentes de que la inflación venía. Si esa es la pega de él, y ahora que ya se produjo, es como si tuviera covid y me pongo todas las inyecciones el mismo día.

Política dura

-Si usted fuera parte del parlamento, ¿votaría a favor o en contra de la acusación constitucional contra el presidente Piñera?

Mira, no me estoy corriendo, pero no tengo los antecedentes suficientes. No tengo la expertise para tomar una decisión como esta. Pero no me estoy corriendo.

-El fin del periodo de Piñera ha estado marcado por varios problemas, como el estallido social, la pandemia y los pandora papers. ¿Qué consejo le daría Roberto Fantuzzi al presidente en estos momentos?

Mira, yo creo que haber usado los sistemas de estas islas favorecidas de impuestos, no me gusta. El otro día le gané un almuerzo a un periodista muy conocido de televisión. Le dije ‘pero si tú también tienes plata en el extranjero’, y él me decía que no, que no tenía ningún peso puesto en el extranjero. Le dije que apostáramos un almuerzo, y se lo gané. ¿Tú tienes plata en las AFP?

-¿Yo? Sí.

Entonces tienes plata afuera. Yo sé que esto de las islas libres de impuesto es otra cosa, pero que todos tenemos plata afuera por el mismo sistema de las AFP, todo Chile tiene plata afuera. Me gané el almuerzo y nunca me lo ha pagado.

-¿Le gustaría ocupar un cargo en algún gobierno?

A mí me gustaría haber tomado alguna responsabilidad en algún momento histórico de mi vida, no me cabe ninguna duda, más aún en el área de recursos humanos. Pero mira, ¿qué nos va a diferenciar de nuestros competidores? Todo se puede comprar, menos el conocimiento de los trabajadores. Eso hay que crearlo en nuestro país, y yo creo que ahí hemos fallado. No hemos sido capaces de invertir en educación o capacitación.

El 50% de los trabajadores hoy día no sabe interpretar lo que lee. ¿Es culpa de ellos? Esa es la discusión que yo tengo con el consejo de productividad, ¿es culpa de ellos? ¡No! No es de los trabajadores. Fue un déficit que recibieron ellos a nivel educacional. Pero lo están pagando ellos, por circunstancias que fueron creadas externamente por una mala educación que se desarrolló en nuestro país. Fíjate que yo estudié en un colegio privado, elite, y nos venían a tomar exámenes los colegios fiscales. Tu ves hoy justo lo contrario.

Momios y MIR en el Saint George

-¿En qué colegio estudió usted?

En el Saint George. Un excelente colegio por una sencilla razón: no cabe duda que la educación era buena, pero además, la diversidad dentro del colegio nos dio grandes enseñanzas. Había de todo, de izquierda, derecha, centro, de todo. Yo tuve un compañero momio pero momio, y otro que era mandamás del MIR.

-¿En qué gobierno se sentiría más cómodo?

Me pillaste con la pregunta, pero yo creo que en el que uno pueda aportar más. Por ejemplo, a mí jamás me habría gustado estar en un Ministerio de Economía porque, para mí, es tijera de goma, no corta nada. Le quitaron hasta el comité de la productividad, en donde tiene que nacer e idear políticas de productividad, etc. Se lo llevaron a Hacienda. Pero si este país es manejado por Hacienda. ¿Determinación del salario mínimo? Hacienda. Cualquier cosa en Chile… Hacienda.

Tenemos un Ministerio de Economía que no lo dejan soñar, le quitan hasta los más mínimos poderes. Yo te aseguro que el 90% de los chilenos no sabe quién es el ministro de Economía, siendo que debiera ser el más importante de todos.

-¿Y no le habría gustado haber estado en una embajada?

No, ahí si que no, porque todos me conocen por lo roto que soy jajaja.

“Creo en lo social”

-¿Ha visto los debates presidenciales? ¿Qué le han parecido? ¿Hay algún candidato que lo haya sorprendido?

Me han sorprendido negativamente porque no son debates, son descalificaciones. Debatir es poner posiciones, discutir el futuro, etc. Y lo que he visto son sólo descalificaciones personales de unos a otros. Para ser bien honesto, no me han gustado. Yo creo que es culpa de todos, de los actores y de quienes hacen el diseño de los programas.

-¿Qué político le gusta, con quién del mundo político se ve reflejado?

Me gustan muchos en el buen sentido de la palabra, porque cada uno tiene sus habilidades, destrezas y conocimientos, pero no sabría decirte. Fíjate que una de nuestras grandes debilidades hoy en día… tú, que eres periodista, sal a la calle y pregúntale a diez personas si saben cuáles son los candidatos. No para Presidente, sino que para el Congreso y para los Core. Hasta ayer, yo no sabía cuales eran los candidatos que me correspondían a mi distrito. Entonces esta desinformación no es buena para el país, ojo. Antes era un exceso de publicidad, hoy nos fuimos al otro extremo.

-¿Qué medidas tomaría, o qué cosas cambiaría, si usted fuera presidente?

Yo creo que en lo social, me enfocaría en cómo somos capaces de sumar el esfuerzo del mundo empresarial con los trabajadores. No hablar de empresarios y trabajadores, sino que hablar de empresarios más trabajadores. Que los trabajadores se sientan contentos de ser trabajadores. Mira lo que te estoy diciendo, orgullosos de ser trabajadores. Algunos le venden la pomada de que son colaboradores… No, son trabajadores. Y a nosotros nos venden la pomada que somos emprendedores ahora.. somos empresarios, y con orgullo.

-Quizás, con el tiempo, el término “empresario” ha ido adquiriendo una mala reputación.

Justamente, pero ese desprestigio es gratuito, entonces todos son emprendedores. No, somos empresarios, y hay que decirlo con orgullo. Me voy a hacer una camiseta con la palabra Empresario atrás.

-Como los participantes de reality cuando se ponen sus nombres en las poleras.

Claro.

Cabildos de Bachelet

-¿Le hubiese gustado haber sido parte de la Convención Constitucional? ¿Qué expectativas tiene?

No, yo me desilusioné. Yo fui partícipe de la ex Presidenta Michelle Bachelet cuando hizo los cabildos y todas esas cosas, se trabajó como condenado, sin importar el partido político, y las personas que participaron mostraron un empeño y un esfuerzo, sin garabatos ni descalificaciones. Aprendí mucho para después botarlo a la basura. Me dio rabia, me desilusionó.

-Usted es ingeniero comercial de la Universidad de Chile, es empresario, dirigente gremial, emprendedor, etc. ¿Hay algo que le falte por hacer o que tenga pendiente?

Plantar un árbol jajaja. Te acuerdas que antiguamente se decía que había plantar un árbol y escribir un libro…

-Y tener un hijo.

Si, pero escribí un libro una vez. Fueron cinco mil y se vendieron. Se llamaba Me caí y qué: testimonio de un mono porfiado.

-¿Y qué tal fue esa experiencia?

Lo hice porque en Chile, la gente que fracasa, y me ha pasado en reiteradas ocasiones, es como si adquiriera lepra. Caen en Dicom, yo nunca he caído en Dicom, pero efectivamente en Chile la cultura del fracaso no la tenemos contemplada.

-No hay tolerancia al fracaso

Edison fracasó tres mil veces antes de sacar la ampolleta. Henry Ford quebró cinco veces. En Chile no tenemos contemplado eso. Que raro, nuestra cultura es que quien fracasa, es condenado al infierno de forma inmediata.

-Hay que cambiar eso.

Justamente. Han habido esfuerzos, Corfo por ejemplo tiene lo que se llama Capital Semilla y el Capital de Riesgo, eso tiene algo contemplado el concepto del fracaso. Pero típico del chileno: el cafecito, amorcito, todo chiquitito, nada de grandes proyectos.

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