El conserje y el vigilante: la riña en la cárcel entre imputados vinculados al caso Ojeda

El pasado 21 de octubre, a eso de las 09:29 de la mañana, personal de Gendarmería que cumple funciones en la Unidad Especial de Alta Seguridad detectó una discusión entre dos internos durante el horario de patio.

Se trataba de dos connotados: el interno Maickel David Villegas Rodríguez y Julio Iglesias Pereira. Ambos formalizados por el secuestro con homicidio del exteniente venezolano Ronald Ojeda, que la Fiscalía Metropolitana Sur, que dirige Héctor Barros, sostiene que tiene motivaciones políticas.

En concreto, según la documentación a la que accedió Radio Bío Bío, Villegas agregó con un golpe de puño y luego, sin éxito, buscó atacar a Iglesias un arma corto punzante de fabricación artesanal. La situación, advertida por el circuito de cámaras del penal, motivó la intervención inmediata del personal de Gendarmería.

Con fecha 27 de octubre, el alcaide de la Unidad Especial de Alta Seguridad envió al 7º Juzgado de Garantía de Santiago la solicitud de castigo contra Villegas: 30 días sin visitas.

La medida se fundamenta en el artículo 78 del Reglamento de Establecimientos Penitenciarios, que sanciona la agresión a personas dentro del recinto y la posesión o fabricación de armas.
Declaraciones

Villegas Rodríguez e Iglesias declararon sobre el conato. El primero señaló que “mientras me desencerraban para salir al patio me faltó el respeto diciéndome hijo de puta y habilidoso, y que cuando tuviéramos la oportunidad de arreglarnos lo arreglábamos, después estando en el patio lo empuje”.

Iglesias, en tanto, dijo que “cuando entrabamos al patio, me sacó una cuchilla, diciéndome que me iba a cortar y a apuñalar, a lo que le dije que se quedara tranquilo y él siguió agrediendome verbalmente diciéndome concha de tú madre, ahora así no vamos a matarnos, a lo que no preste atención”.

Antecedentes de los involucrados

Tanto Villegas como Iglesias se encuentran imputados en el caso del exmilitar venezolano Ronald Ojeda, secuestrado y asesinado en 2024 en Santiago.

Villegas fue extraditado desde Costa Rica en noviembre de 2024, mientras que Iglesias, de nacionalidad colombiana, fue detenido en enero de 2025 tras desempeñarse como conserje en Ñuñoa.
En el caso, Villegas es apuntado como quien le prestó cobertura al menor que vigiló el entorno del domicilio del disidente venezolano antes de su secuestro y posterior crimen.

Iglesias, quien en la vida cotidiana se desempeñaba como conserje, según el Ministerio Público participó en la fase de inhumación del cuerpo de Ronald Ojeda.

Según los registros penitenciarios, Villegas ya había sido sancionado el 28 de marzo de 2025 por insultar a funcionarios de Gendarmería, recibiendo en esa ocasión la misma sanción de privación de visitas.

La nueva infracción será evaluada por el tribunal para determinar si procede la aplicación de la medida solicitada por la institución penitenciaria.