En jaque. Así se podría definir la situación actual de Álvaro Vidal Olivares, carta propuesta por La Moneda para suceder en la Corte Suprema a la hoy removida ministra, Ángela Vivanco. Su nombre comenzó a tambalear luego de que salieran a la luz acusaciones cruzadas por violencia intrafamiliar entre el académico y abogado integrante del máximo tribunal con su ahora expareja, Carolina. Su postulación está ahora “en evaluación”, según fuentes al interior de La Moneda.
De acuerdo a documentación de los procesos judiciales —a la que accedió BBCL Investiga— Vidal y Carolina se conocieron en 2003, en la Universidad Católica de Valparaíso. Una década y media después, en 2018, reconectaron mediante Facebook y, al año siguiente, comenzaron una relación sentimental.
Según la querella presentada por la mujer, fue él quien tomó la iniciativa, presentándole rápidamente a sus hijos y realizando un viaje familiar juntos. La relación iba bien, hasta que comenzaron las primeras demostraciones de celos de Vidal, acusa.
—Comenzó a desconfiar de ella, no le creía y constantemente le hacía comentarios hirientes porque no le gustaba la forma en que se vestía, o se arreglaba, porque pensaba que le gustaban hombres de menor edad. Llegó incluso a darle término a la relación por teléfono, en diciembre de 2019 —relata el documento.
Control total
Vidal —dice su expareja— controlaba todas sus actividades en redes sociales: con quién estaba conversando en WhatsApp y qué aparecía haciendo en Instagram. Así, a pesar de que habían terminado, en enero de 2020, él le reprochó una publicación, asegura.
—Te vi en Instagram con una historia bien provocadora —se menciona en el escrito—. Más que lo común, moviendo y mostrando lo que todos quieren ver. ¿O es que no te resulta con nadie de tu edad o menor? La verdad es que se te ve bien recuperada. Coqueta como eres.
Los episodios de celos tenían distintas formas. Según ella, él tenía una obsesión con un exnovio suyo y, en general, le hacía problemas cuando se encontraban con hombres. Tampoco le gustaba que ella practicara stand up paddle en el mar y que usara bikini debajo del traje de neopreno.
De hecho, la mujer narra que el primer episodio de agresión física ocurrió cuando él le pidió asistir a una práctica de natación.
—En diciembre de 2023, y luego de tanta insistencia de parte del querellado, la víctima lo invitó a nadar con un grupo de personas, y estando en el estacionamiento del lugar (Caleta Abarca) y antes de bajarse del vehículo, la zamarreó fuertemente, siendo este hecho, su primer acto de violencia física. Ella quedó muy nerviosa, sin embargo, no reaccionó, trató de hacer como si nada hubiese pasado, para que nada se notara porque el grupo con quienes iban a nadar los estaban esperando.
Aparte de este, ella detalla otros tres episodios de agresiones físicas. El segundo de ellos ocurrió en el departamento de ella en Viña del Mar. En esa ocasión, estando acostados, él se colocó “encima de la víctima y con una mano” la tomó “del cuello y se lo apretó”.
El tercer hecho, en mayo de 2024, ocurrió cuando ella intentó terminar con él. Según cuenta la mujer, Vidal la agarró “fuertemente del cuello y del pelo para detenerla, tironeándola y empujándola fuertemente de vuelta al departamento”.
El cumpleaños más polémico
El episodio más violento, tanto para Vidal como para su expareja, quedó registrado el 1 de julio de 2024. Ese día, ambos fueron al cumpleaños del mejor amigo de él. Al irse, se inició un altercado.
De acuerdo al libelo de ella, en el estacionamiento, en la camioneta de Vidal, él le quitó su celular y la obligó a salir del vehículo. Para ello, la arrastró por el piso del estacionamiento y recién se detuvo cuando vecinos salieron a sus balcones y comenzaron a gritar: “Suéltala, hueón, suéltala”.
Posteriormente, en el departamento de él, le quitó otra vez el teléfono y la empujó, sostiene el documento judicial. Esta situación le provocó —reza el libelo— una fractura en la muñeca y una lesión en el hombro derecho.
Vidal asegura que no hubo agresión
La situación que narra Vidal en su propia querella contra Carolina, sin embargo, es radicalmente opuesta. Según él, incluso antes del 1 de julio, ella ya tenía actitudes de control y lo acusaba de tener una relación homosexual con su mejor amigo. Es decir, con el cumpleañero.
Ese día, él le dijo que volvieran a la fiesta para conversar con el implicado, pero ella se indignó, dice Vidal.
—Ella le dijo que se iría caminando sola a la casa de sus padres, de paso en Santiago. Él se bajó del auto, dio la vuelta y fue hacia su puerta en el mismo momento en que ella, al intentar salir, cae sobre la acera a causa de su atolondramiento y del estado de ebriedad en que se encontraba —expone la querella de Vidal.
El hoy nominado a la Suprema argumenta que a la mañana siguiente, tras haber ido a la Clínica Santa María, él le expresó a Carolina su preocupación por lo ocurrido y por la reacción de los vecinos que habían llamado a seguridad ciudadana, denunciando una agresión.
—No hubo ninguna agresión, yo me caí sola —respondió ella.
El 6 de julio de 2024, él terminó la relación. Según su relato, eso motivó a que ella comenzara a amenazarlo con denunciar una agresión.
—A partir de ese momento tuvo que comenzar a vivir con el constante temor de que en cualquier momento ella haría estallar su vida personal, familiar, docente y profesional, con todo el escándalo que pudiera rodear a un hecho de esta naturaleza —señala la acción judicial de Vidal.
“Sigue pasándolo bien, mientras puedas”
El abogado asevera que la acompañó al médico y la ayudó con sus gastos “bajo amenazas”. Por ejemplo, Vidal cita un mensaje enviado el 20 de octubre de 2024:
—Sigue pasándolo bien, mientras puedas (…) Espero que todos tus proyectos se te vayan a la misma mierda (…) Vas a caer, porque en este país hasta el que se cree el más intocable está cayendo (…) Te has reído de mí todo este tiempo (…) Sigue ignorándome.
Vidal sostiene que ella le pidió $250 millones y que le consiguiera un empleo, a lo que se negó mediante un e-mail fechado el 26 de marzo de este año.
Además, sostiene que, para evitar que se difundiera la ruptura, ella le prohibió asistir a eventos profesionales y sociales relevantes, como la ceremonia de los 130 años de la fundación de su curso de Leyes en Los Sagrados Corazones.
Manipulación emocional
La versión de ella, sin embargo, es que él la manipuló emocionalmente y que el financiamiento era una forma de silenciamiento de parte de él. Aunque ella recuperó la capacidad de escribir con la mano derecha tras la caída, sostiene que hasta ahora no ha podido practicar deportes y el médico tratante le sugirió una cirugía de reconstrucción.
“Es un caso de libro de violencia de género“, asegura Lorena Barudi, representante de la mujer, en conversación con BBCL Investiga. Asegura que querían resolver el asunto en tribunales, pero que fue Vidal quien decidió exponer el conflicto.
“No era necesario hacer esto. Lo único que quiero es que nos permitan litigar”, afirma Barudi.
Así las cosas, las dos causas se mantienen vigentes en tribunales de justicia. La presentada por ella, se sustancia ante el Cuarto Juzgado de Garantía de Santiago, por los delitos de lesiones graves en contexto de violencia intrafamiliar y maltrato habitual.
Mientras, la de Vidal, ingresada dos días después, es tramitada ante el Juzgado de Garantía de Viña del Mar, por amenazas condicionales.
BBCL Investiga intentó obtener una versión de Vidal, sin resultados hasta el cierre de esta edición.
Álvaro Vidal había quedado en quina para el cargo de la Corte Suprema en enero recién pasado, luego de que quedara en tercer lugar de las preferencias. En total, fueron 11 los ministros que votaron por él: Gloria Ana Chevesich Ruiz, Andrea Muñoz Sánchez, Arturo Prado Puga, María Angélica Repetto García, Leopoldo Llanos Sagristá, Adelita Ravanales Arriagada, Mario Carroza Espinosa, Jean Pierre Matus Acuña, María Cristina Gajardo Harboe, María Soledad Melo Labra y Jessica González Troncoso.
Su nombramiento hoy está en jaque.