Conservador de Bienes Raíces de Santiago suspende vacaciones y anula reemplazo por falta de titulares

El Conservador del Registro de Hipotecas y Gravámenes de Santiago, Carlos Miranda Jiménez, dejó sin efecto el permiso de vacaciones que había solicitado con meses de anticipación y, en consecuencia, también se anuló la designación del reemplazante que lo iba a subrogar durante julio. ¿La razón? Una crisis interna que dejó al organismo al borde de quedar acéfalo.

Según los decretos oficiales emitidos este lunes 1 de julio por la Corte de Apelaciones de Santiago, Miranda revirtió su feriado legal comprendido entre el 1 y el 18 de julio, argumentando razones de “buen servicio”. Esto, debido a que los otros dos conservadores titulares —Luis Maldonado y Kamel Saquel— se encuentran con licencia médica, y el Conservador del Registro de Propiedad optó por hacer uso de sus vacaciones.

La ausencia simultánea de los conservadores provocó una alerta en la administración judicial, ya que el Conservador de Bienes Raíces de Santiago es una de las instituciones más relevantes del país en materia de inscripción de propiedades, hipotecas y gravámenes, con un flujo de usuarios que supera los miles diariamente.

“Por todo lo anterior y fundamentalmente por el compromiso que el Conservador de Bienes Raíces tiene con la ciudadanía y nuestros usuarios y usuarias, es que he decidido no hacer uso de mi feriado legal”, señaló Miranda Jiménez en una declaración pública, subrayando que su decisión responde a motivos de responsabilidad institucional.

Con ello, la Corte también dejó sin efecto el decreto N°420-2025, que había designado al notario Carlos Humberto Quezada Moreno como reemplazante de Miranda durante su ausencia. Quezada —titular de la 26ª Notaría de Santiago— iba a asumir transitoriamente el cargo a partir del 1 de julio, pero la situación cambió drásticamente a horas de concretarse.

Este giro en los planes refleja las tensiones internas y la precariedad de los mecanismos de reemplazo en el sistema de notarios y conservadores, fuertemente cuestionado por su opacidad, falta de regulación moderna y resistencia a reformas.

Tensiones que llegan en medio del debate político por la reforma al sistema registral.